Te llevaste mis letras junto con mis besos,
el suave terciopelo de tu piel me dejó sin aliento.
Luceros plateados viajaron en tu mirada,
lo que no decimos no muere, nos mata.
¡ Qué dolor desgarrador entró en mi alma con tu adiós brutal !
Ni canciones alegran ni poemas llenan.
¡ Qué temor desolador secó mi cama con tu amor mortal !
Llegarás a mí con aires frescos.
Mi corazón volverá a estremecerse
para vivir dulces momentos.
También la gloria llegará y mostrará el don del amor.
Mi corazón romperá su dureza para dar paso a la creencia.
Los dolores en el olvido quedarán y el tupido velo caerá
al paso de la realidad.
Reviviré el deseo, la pasión y el amor como nunca...