junio 23, 2013

se apaga la llama [por Armando Q. (Perú)] [Escritores Invitados]

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Escritores Invitados
por Armando Q.


se apaga la llama

¿Qué es? ¿Algo se ha roto? He pensando en ello, que si algo ha cambiado; sigo aquí,  medio dormido medio despierto, pero como siempre no encuentro, como empezar.
Se quedan sin peso las palabras al teclearlas, nada puedo hacer, solo mirar como agoto mis fuerzas, para poder seguir, y cruzar una vez mas el río de la vergüenza.
Las palabras que se imprimen quieren expresar algo, pero no han sabido atrapar al lector, como quisiera realmente en principio; hace algunos años, era más fácil, salir de mi cueva y dibujar en los lienzos blancos, en aquel entonces era más fácil, ya que le añadía valor a las letras, y estas alcanzaban su nivel más alto. Pero hace unos meses he sentido la pesadumbre, de que algo falta. Si, algo se ha roto, esa es mi conclusión. Algo se ha perdido, algo he extraviado, pero no sé que es. Es como si las ganas de seguir aquí sentado, se han ido con el viento de invierno. Como si el cansancio se hubiera apoderado de mi cuerpo, y que al mismo tiempo, los lectores se han dado cuenta, que nada de lo aquí escrito vale realmente la pena. Es por ello, que hace unos meses me siento solo. Se me congelaron las ideas, y estas siempre han necesitado el valor agregado que recibía del publico que un día estuvo aquí, diciendo presente, si no es caminando conmigo, siquiera lanzando saludos, los que cogia con alegría, y los guardaba en mi billetera, para mas tarde sentir ese regalo, tan caliente, tan eterno.
Pero ahora, ahora no encuentro esas mismas ganas, ahora es fácil perder el interés, al punto de distraerme con facilidad, es justo decir que no es lo mismo. Que no hay nada igual a aquellos días en que todo y todos desaparecían. Ya que antes de crear, primero desaparezco. El mismo destino tienen todos, debo callarlos a todos para poder escuchar las voces de mi cabeza. Así era en aquellos días de felicidad. Pero hoy nada es igual.
Cuando me entregaba al lienzo blanco, me seducía imaginarme al lector, asombrado por un final que no esperaba, por los comentarios que dejaba el conjunto de letras que soltaba sin pensar, en que había creado un río, que se alimentaba de los comentarios de la gente.
Pero ahora, ya no hay nada, no hay nada de aquello, no se siente como antes, siquiera antes había público, hoy pienso que estoy hablando solo. Se apaga la llama, se reduce a cenizas aquellas ganas, me encuentro con que los muros son altos, y no hay maderos para avivarla, pero como ha de ser el tiempo, los años han pasado demasiado rápido, y no puedo decir que se ha hecho algo, lo que se ha dicho hasta ahora son solo mentiras. No hay nada aquí escrito que sea catalogado como verdad, es un conjunto de mentiras en saco roto, un agujero negro que no tiene fin. Nadie ha escrito algo que fuese real, nadie es quien dice ser, todos son solo personajes de una película mal hecha. Pero como somos los que estamos al frente del monitor, pretendemos envolverlos con redes que sean lo bastante fuertes, para que así, algún día, quisieran de nuevo volver a visitar nuestro cuadro imperfecto.