Escritores Invitados
por Armando Q.
se apaga la llama
¿Qué es? ¿Algo se ha roto? He
pensando en ello, que si algo ha cambiado; sigo aquí, medio dormido medio despierto, pero como
siempre no encuentro, como empezar.
Se quedan sin peso las palabras
al teclearlas, nada puedo hacer, solo mirar como agoto mis fuerzas, para poder
seguir, y cruzar una vez mas el río de la vergüenza.
Las palabras que se imprimen
quieren expresar algo, pero no han sabido atrapar al lector, como quisiera
realmente en principio; hace algunos años, era más fácil, salir de mi cueva y
dibujar en los lienzos blancos, en aquel entonces era más fácil, ya que le
añadía valor a las letras, y estas alcanzaban su nivel más alto. Pero hace unos
meses he sentido la pesadumbre, de que algo falta. Si, algo se ha roto, esa es
mi conclusión. Algo se ha perdido, algo he extraviado, pero no sé que es. Es
como si las ganas de seguir aquí sentado, se han ido con el viento de invierno.
Como si el cansancio se hubiera apoderado de mi cuerpo, y que al mismo tiempo,
los lectores se han dado cuenta, que nada de lo aquí escrito vale realmente la
pena. Es por ello, que hace unos meses me siento solo. Se me congelaron las
ideas, y estas siempre han necesitado el valor agregado que recibía del publico
que un día estuvo aquí, diciendo presente, si no es caminando conmigo, siquiera
lanzando saludos, los que cogia con alegría, y los guardaba en mi billetera,
para mas tarde sentir ese regalo, tan caliente, tan eterno.
Pero ahora, ahora no encuentro
esas mismas ganas, ahora es fácil perder el interés, al punto de distraerme con
facilidad, es justo decir que no es lo mismo. Que no hay nada igual a aquellos
días en que todo y todos desaparecían. Ya que antes de crear, primero
desaparezco. El mismo destino tienen todos, debo callarlos a todos para poder
escuchar las voces de mi cabeza. Así era en aquellos días de felicidad. Pero
hoy nada es igual.
Cuando me entregaba al lienzo
blanco, me seducía imaginarme al lector, asombrado por un final que no
esperaba, por los comentarios que dejaba el conjunto de letras que soltaba sin
pensar, en que había creado un río, que se alimentaba de los comentarios de la
gente.
Pero ahora, ya no hay nada, no
hay nada de aquello, no se siente como antes, siquiera antes había público, hoy
pienso que estoy hablando solo. Se apaga la llama, se reduce a cenizas aquellas
ganas, me encuentro con que los muros son altos, y no hay maderos para
avivarla, pero como ha de ser el tiempo, los años han pasado demasiado rápido,
y no puedo decir que se ha hecho algo, lo que se ha dicho hasta ahora son solo
mentiras. No hay nada aquí escrito que sea catalogado como verdad, es un
conjunto de mentiras en saco roto, un agujero negro que no tiene fin. Nadie ha
escrito algo que fuese real, nadie es quien dice ser, todos son solo personajes
de una película mal hecha. Pero como somos los que estamos al frente del
monitor, pretendemos envolverlos con redes que sean lo bastante fuertes, para
que así, algún día, quisieran de nuevo volver a visitar nuestro cuadro
imperfecto.