mayo 13, 2012

Amor de Madre, Amor Real |por Lucho Caro| |Escritores Invitados|

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Escritores Invitados

por Lucho Caro

Semana por el Día de la Madre

Amor de Madre, Amor Real



Dedico estas letras a mi madre y a todas las madres del mundo. Gracias por la vida, gracias por su amor desmesurado…



Antes de empezar…



Este mes siempre es nostálgico para mí, porque no tengo a mi madre a lado, nos separa la distancia. Una distancia dolorosa, la más dolorosa de todas las distancias, la que separa a la vida de la muerte. Soy sincero, no fui un buen hijo, quisiera poder reivindicarme, pero sé que la muerte es viaje solo de ida, un hecho irreversible.



Nunca sentiré que se siente ser madre, pero supongo que es la dicha de una mujer. Lo digo porque aún recuerdo a mi madre feliz cuando le decía mamá. A continuación voy a tratar de conceptualizar a una madre.



Espera…



Una madre espera nueve largos meses para descubrir la cara de ese hijo que tantas veces ha imaginado, ¿Cómo serán sus ojos? ¿Cómo será su nariz? ¿Seré capaz de hacerlo feliz? Una madre, es madre incluso antes de parir, es madre el mismo día que lo sabe, que lo intuye. Una madre es madre siempre. Madre cuando mira, madre cuando habla, madre cuando llora y cuando ríe, cuando debe ser amante, cuando debe hacer de padre.



Da vida y da su vida…



Una madre viene en todos los tamaños, colores y formas. Una madre Maneja, vuela, camina, y siempre te demuestra cuánto quiere a sus hijos, por eso no lo piensa dos veces y da la vida por ellos. El corazón de una madre es lo que hace el mundo girar. Una madre hace mucho más que dar a luz.



No descanza…



Ser madre es el mejor trabajo del mundo, el más complicado, y algunas veces el peor pagado, y no me refiero a dinero. Sin embargo, una madre siempre trabaja con todo el amor del mundo en su labor. Ser madre es adquirir una responsabilidad de por vida, es amar sin esperar nada a cambio, es tener preocupaciones constantes el resto de sus días, es, no sé, son tantas cosas. Hay días mejores y días peores, esto lo tenemos claro todos, pero todo se pasa cuando una madre te regala un abrazo, un beso, o cuando simplemente, te hace reír con sus juegos, sus historias, y en definitiva con su vida entrelazada con la tuya.



Es fuerte, valiente, sensible, dulce…



Una madre tiene fuerzas que asombra a los hombres. Cría a sus hijos, sobrelleva dificultades, lleva pesadas cargas, pero se aferra a la felicidad, al amor y a la alegría. Una madre sonríe cuando quiere gritar, canta cuando quiere llorar, llora cuando está feliz y ríe cuando está nerviosa, pelea por lo que cree, se subleva contra la injusticia. Una madre no acepta un "no" por respuesta cuando cree que existe una solución mejor, ama incondicionalmente. Una madre sabe que un abrazo y un beso puede sanar un corazón roto.



Hace muchas cosas…



De una madre se esperan grandes cosas, grandes logros. Con un beso apartan los miedos, con la mano curan dolores, con su risa espantan brujas, y con sus cuentos duermen. Una madre te riñe mientras te da un beso, te dice te lo advertí mientras te cura, te dice te lo dije mientras enjuga tus lágrimas. Hace los manjares más deliciosos, los zumos más dulces y la leche justo a tu gusto. Una madre hace mucho más que lo que puedes ver y/o imaginar por tu bienestar.



Siempre confía…



Una madre es capaz de dar todo sin recibir nada, de querer con todo su corazón sin esperar nada a cambio, de invertir todo en un proyecto sin medir la rentabilidad que le aporte su inversión. Una madre sigue teniendo confianza en sus hijos cuando todos los demás lo han perdido. El amor de una madre no contempla lo imposible.



Una mamá es mucho más de lo que he escrito, me faltaría vida para escribir todo lo que una mamá es, y hace. Ahora les contaré de mi madre, pero antes déjenme saludar a:



Las madres de mi vida…



Feliz día a mi mamá, a mi abuela, a mi nana, a mi hermana mayor, a mis tías, a mis profesoras, a mis amigas, a las madres de mis amigas, a mi ex, y a todas las que tienen la dicha de ser madres... Son las mejores madres del mundo. ¡Gracias!



Mi madre decía…



Mi madre fue una persona común, que siempre se sintió a gusto con la tranquila existencia que llevaba en su pequeño, pero hermoso rincón del mundo, de su mundo, de ese mundo lleno de flores de todos los olores y colores. Así y todo, de esa vida sencilla y sin pretensiones (ajenas a la felicidad) que ella vivió, yo aprendí muchas cosas importantes. Gracias a su ejemplo, comprendo claramente que no hay razón para que una madre se sienta disminuida o piense mal de sí misma por no haber recibido una gran educación. Ella fue maestra de escuela, y en sus clases siempre decía: una mujer que trata de aprender de todo lo que la rodea y que sabe utilizar plenamente la sabiduría que va adquiriendo en su vida cotidiana, es un ejemplo irremplazable para sus hijos.



Mamita linda…



Mamá dónde sea que estés, estás mucho mejor que a mi lado. Dónde sea que te halla llevado la muerte. Fui, y quizá, sigo siendo un mal hijo, y tú la mejor mamá del mundo. Feliz día mamá... Te amo, te extraño.



Gracias por ser mi madre. Perdóname por ser tu hijo…



Gracias mamá, porque fuiste la fuerza hecha mujer, porque estuviste a mi lado cuando necesité de consuelo, porque me levantaste cuando caí a un enorme vació. Perdóname mamá, por las noches de desvelo que tuviste en mis primeros meses de nacido, porque mis lágrimas hicieron correr mil veces más a las tuyas, por no haber sido tan fuerte y haber dejado que mis problemas y penas hayan entristecido tu dulce y noble corazón. Perdóname mamá, por las noches que pasaste llorando y orando a Dios que me repusiera de aquella fiebre originada por alguna travesura. Sobre todo, perdóname por todos los disgustos que te di ya joven. Gracias mamá por ser siempre la fuerza que levanta mi cabeza después de cada fracaso en mi vida. Dios se hizo presente en tus manos. Te amo, te extraño.



Gracias por enseñarme a leer y a escribir…

Gracias mamá por enseñarme el amor a la lectura, porque gracias a eso sueño con escribir tan bien como los autores que he leído. Gracias por tu enorme fe en Dios, por inculcarla en mí desde pequeño, y porque siempre actuaste congruentemente con esa fe, aún en los momentos más difíciles de tu vida. Gracias por todo eso y por mucho más mamá. Perdóname porque hoy soy agnóstico, pero aún leo la Biblia, y le doy un cierto grado de credibilidad a las ideologías escritas en otros libros.



Para llevarte siempre conmigo…



Me tatué tu nombre para llevarte adónde vaya, y porque si algún día mi corazón comienza a volverse ingrato, mi piel de un sopapo le recordará lo bondadosa que fuiste conmigo. ¡Gracias mamá!



La vida me queda corta para escribir y darle gracias a mi madre…



Lucho Caro_



13/05/12