Escritores Envitados
Texto por : Glendalis Lugo
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Llovía fuertemente, pero aún así decidí caminar un rato por la orilla de un lago que quedaba muy cerca de mi casa,necesitaba un respiro. Mi vida como escritora reconocida me consumía,me exigían tanto en tan poco tiempo que creía que me iba a estallar la cabeza. Caminaba, pensando en el final de una novela que me tocaba entregar la próxima semana; estaba entre la decisión de acabar la relación tormentosa de los protagonistas o regalarles un final feliz a mis lectores como les gustaba, pero esta vez tenia mis dudas, hay veces que el amor necesita respiro como yo lo necesitaba en ésos momentos-pero ya pensaría que hacer- me dije. Me interné muy adentro de un pequeño bosque cerca del lago, quería respirar aire puro,pero un ruido me llamó la atención, escuchaba llantos, me fijé un poco más y vi a un hombre llorando frente al lago. Donde yo estaba él no podía verme, se le veía muy atormentado, me acerqué un poco más procurando no llamar la atención, él tenia un cuchillo en su mano que goteaba sangre, el miedo me paralizó y mi corazón latía fuertemente,estos sucesos los podría escribir en una historia pero vivir la experiencia en mi vida real era muy diferente.
Él hombre no se movía del lugar y su mirada estaba fija en un objeto en el lago,yo seguí su mirada y vi que era un bulto que flotaba en el agua y se alejaba con la corriente,sentí escalofríos,era mejor irme,dar parte a la policía y escapar de allí,la lógica me decía que ese hombre había cometido un asesinato. Me preguntaba ¿Por qué lloraba?, debía alejarme de ese lugar pero una fuerza mayor no me dejaba,y aunque estaba presa del miedo también sentía compasión por ese hombre,¿Cual seria su historia?¿Porqué había cometido ese asesinato?,debía estar loca pero quería acercarme y hablar con él,de pronto escuché la sirena de varias patrullas de la policía, él se quedo quieto,no intentó escapar, los agentes llegaron le quitaron el cuchillo lo esposaron y el seguía inmóvil como si su cuerpo solo estuviera allí pero su mente pegada al bulto en el lago, solo se dejó llevar por los agentes. Salí de mi escondite y lo vi sentado dentro de la patrulla con la cabeza agachada, procedí a regresar a mi casa y cuando la patrulla se alejaba sentí sus ojos sobre mí, yo lo miré, el me miró, en sus ojos solo había angustia .Aparté la mirada y salí corriendo del lugar, no por miedo, era porque esa mirada me causó un profundo sentimiento,sentí su dolor.
Días después leí en el periódico la trágica historia del hombre en el lago,había matado a su esposa porque ella se había hecho un aborto de un hijo suyo a espaldas de él por estar enamorada de otro hombre ,él se había enterado por pura casualidad cuando encontró un recibo de la Clínica de abortos. Le reclamó y ella le escupió en la cara que su hijo era un estorbo en su nueva relación, él desesperado la convenció de ir al lago para hablar sobre la relación de ellos y encontrar una solución justa para ambos. Ella inocentemente aceptó ir y allí la mató sin miramiento alguno porque siempre había querido un hijo y ella cruelmente lo había asesinado. Después el mismo llamó la policía confesando su crimen. El periodista comentó en su nota que cuando lo entrevisto él lloraba, le preguntó por qué lo hacia, él le contestó que la amaba tanto que prefería verla muerta antes de que estuviera con otro hombre y por vengar a su hijo que jamás conocería.
Dejé de leer el periódico, estos días pasados casi no había podido dormir,me levantaba azorada con muchas pesadillas;encendí el ordenador y procedí a escribir el final de la novela donde los protagonistas terminaban la relación tormentosa,pensé que las relaciones así siempre tenían un final triste como la del hombre en el lago y no debía transmitirle ese mensaje a mis lectores al contrario uno de esperanza,que la vida no se acaba cuando el amor se esfuma al contrario es una nueva oportunidad de volver a amar y dejar el pasado atrás. Fin
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