diciembre 02, 2011

cuarentena (II)

Compartir

El vientre de mi Madre es lo mismo que su rostro. Cicatrices: tres alumbramientos, la piel es una hoja en borrador, creo que el tiempo ha sabido remarcarlas, son fieles a seguir recordándole el momento en que nacieron sus críos. Sentimientos que recuerda todos los días, para así, lograr ser fuerte. Manchas: su rostro ahora con machas y grietas, sacudidas las primeras pieles, es el viento que no ha sabido cambiar el primer cuero. Suena a fiesta, pero son solo años los que han pasado. Las fiestas de los pobres son más duraderas. Los invitados las llevan en su memoria.
Se quiebra la Doña al contarme la Nueva situación de su menor Hijo, lo dictado por el Médico de turno, los nuevos cambios y los planes, las instrucciones. Escucho no sin antes, alzar la voz -¡tranquila Nera, que no pasa nada!- sus lágrimas al escuchar mi ladrido se esconden, se van por donde vinieron, es cuando me digo –que será mi vida sin Ella, y que sería de Ella sin mi cojonuda forma de ser- Negro cojonudo, pero macho sin nudo. Valgo lo que el pobre, sé cuando hay que mostrar al Hombre.

Escucho la voz, mi hermano con su mascarilla blanca, me esfuerzo por entender la explicación técnica, escucho pero la verdad, entiendo solo que la PRUEBA recién comienza. El camino será más largo, no daremos el grito de -Victoria- pasado los 2 años. Mi Madre sale por la puerta principal, lleva su bolsa habitual, la que lleva dentro: la biblia, el rosario y el cancionero –se va a conversar con el Divino- el huésped al parecer no se quiere ir, y se llama TB. Pendejo te metiste con tu pesadilla, con esta Familia no podrás.
El rostro de mi Madre no lleva cicatrices visibles, pero sé que ahí están. La atmosfera esta algo fría en casa, los gallos cantarán al alba, pero hasta los Animales de mi Viejo, sienten que pasa algo. Hoy el Gato quiere dormir en mi Cuarto. Gato loco pero Fiel.
Testigo de la lucha a seguir, la corriente de aquellas lágrimas han generado caminos en su rostro. Y al parecer habrá más adelante razones, porqués, para que broten de nuevo grietas y mas cicatrices, manchas y mucho mas. Pero el Pilar mas fuerte no se agrieta, no claudica, se apoya en su Hijo Cojonudo, se Apoya en su Compañero, se apoya en el Divino. Se recarga cantando a la Virgen María. Pide por el Enfermo que ahora no tiene otra cosa más que hacer…. que seguir con la Lucha.

Fuerza Jairolo. La zamba te cuida.