mayo 30, 2010

- El Loco y Yo - [papeles olvidados]

- PAPELES OLVIDADOS -
En memoria de un Amigo, Hermano



-EL LOCO Y YO-

Los días eran alegres, hay veces nos seguía un sol penetrante que iluminaba la mañana, se dejaba ver el gringo muy temprano imponiéndose en aquellas calles, y aquel patio principal, ocasionando en todos, bochorno, que solo era socavado con alguna bebida nacional, o aquellos chisguetes que por aquellos días andaban de moda, aquellos bolsitas de colores, que eran en realidad bolsitas de colorante de diferente sabores, heladitos para paladares exigentes, o cuando el gringo arreciaba, los helados y marcianos, Chupetes en termino popular, eran la solución; las mesadas terminaban siempre en aquellas tiendas que eran las primeras en abrir, aquellos puestos de golosinas, eran saqueados a por mayor, por aquellos cuerpos pequeños y grandes, uniformados todos, con cristinas, o con buzos, merecía entonces ser recordado, merecían ser recordados, los color los mismos, que hasta hoy siguen siendo imágenes no borrosas en mi cabeza, ahora cambiadas o mejor tiradas a este Siglo, cambiando aquellas faldas de colores secos, a colores vivaces como el azul y el celeste, terminando aquello en faldas de recuadros, o figuras romboides, que de entre las niñas podías reconocer de reojo, a las mas picaras, las que tenían la faldita por encima de la rodilla, era la forma de sobre salir de entre las demás, los hombres siempre fuimos presa de aquella demostración de rebeldía hacia el reglamento, siendo en ese entonces aplaudido, porque ahora no puede ser si no, un cambio merecido, cada generación, llega siempre ah ser diferente, pero hace esto no mucho, cuando las esquinas de aquella calle, eran los sitios de comando, donde podías divisar a las hembritas más bonitas, siendo los lobos, los machos alfa, los que custodiaban el crecimiento de la manada, o mejor dicho, el crecimiento del Grupo, los mas-mas hacer las mediciones del caso, sacar de entre tus frases más esculpidas y dar siempre una buena impresión, pero hay de aquel, que no estaba en aquel circulo, le costaría caro, le costaría un semestre, un bimestre, o todo un año, hay de aquel que no estaba a la altura de las circunstancias, sería presa de burlas, de las bromas chinchosos, o hasta las más brutales, de los apodos mas bochornosos, de los años que más tarde solo serian recuerdos magros, los cuales solo desearían solo ser olvidados. Aquellos días, aquellos años, haciéndose pasar por imágenes de épocas de blanco y negro, que se quedarían en el olvido. Para después ser recordadas en infinitas oportunidades por este su, servidor, pero hoy es un caso en Parte, sumamente Especial.
Aquellas calles, eran pululadas, por camisas Blancas como la nieve, sacudidas y sumergidas en oleadas de aromas, que llegaban a agradar a todos, los niños siempre atentos a las miradas de las niñas, las niñas haciendo lo mismo, los pantalones siempre en ocasiones bien planchados, de los mas palomillas se notaba ya el paso del tiempo, y en algunos casos, siendo presas de la imaginación y de la rebeldía, tenían formas de demostrarla, haciendo los llamados dobleces, o escribiendo nombres o letras en ellos, o en otros casos más detallista, ocasionando atención de las féminas, teniendo a mano, algún accesorio que llamaba la atención. Entre los niños, siempre se notaban a los mas Vivaces, los que tenían la misión de sobresalir, las veces que se podía, lo hacían siempre sin pedir permiso, ese era entonces la visión de unos minutos antes que se abrieran aquellas Hojas de fierro inmensas, de más de tres metros de alto, aquellas hojas se abrían ante el asombro de más de mil niños, que tenían en sí, la misión de entrar al mundo del Saber, aquel portón color negro, al abrirse, ocasionaba siempre la peregrinación, de los que tenían en visión, terminar sus días de Colegio, con las mejores notas, con un año en paz, y sin siquiera ser mencionada aquella palabra odiada por todos, los jalados, o vacaciones de verano. Los grupos siempre tenían a su líder, proveniente de las mas anticucas, jodidas, y a veces divertidas y perversas ideas, él vivas, de por sí, los niños sobresalían siempre de entre las niñas, para ellos era su misión, el siempre ser vistos, el siempre dejar comentarios entre los grupos, aquellos que se tomaban por decirlo así, con calma la época de colegio, los mencionados Lornas o nerds, pero para algunos, era la libertad no encontrada en casa, las veces que se podía, haciendo lo que mas apetezca, lo que más quiera, si el Chongo el Chongo era siempre el mismo, se aburría al público, siempre hay que cambiar, cada año, se cambiaba de víctima, cada bimestre se cambiaba de lorna, los que siempre andaban en grupos, los callados, lo no lucidos, no podías si no, entre las niñas también las distinguías, al ver, a las mas sumisas, solas, o a los mas zanahorias, siendo solo presas de las tareas, o deberes, que cada maestro dejaba. Siendo solo presas de las palomilladas de los compañeros, siendo solo presas de la burla del grupo o si era el caso, de la burla del lonsa. Haciendo siempre, creando siempre pena para los que en algo tenían un poquito de decencia, y alegría a los que se ponían departe de los palomillas. Había siempre para escoger, solo valía ser presa del momento.
Era todo un jolgorio, aquel Patio principal, las camisas blancas planchaditas con esmero, las trencitas de las niñas, los peinados con raya en medio de los hombres. Los niños y niñas, esperando la formación, las pequeñas cosas vienen de a pocos, pero los vuelcos duelen mucho tiempo, ahí estaba Yo, tembloroso, cabizbajo, solo pensaba en que al medio día mas tardar a la Una de la tarde, todo seria mágico, pensaba en ello, mas en nada, los gritos de aquella muchedumbre era lo que más llamaba la atención, los grupitos formados por los mas - mas, las chicas exhibiendo su mejor sonrisa, parecían salidas de un almanaque, siempre sonriendo, siempre cautivando con una risa, jodidamente perfecta, jodidamente perfectas, el Patio siempre se veía inmenso, a esa edad, todo lo veía de esa manera, tenia no más de un metro con sesenta y cinco, no pasaba ni a los más chicos, vendría mi estirón mas adelante, cuanto lo esperaba, cuanto lo hacinaba, creo todo aquel año, en que por fin vería de las alturas a los más chicos, porque mis padres eran altos, necesitaba el crecer, si no, sería entonces la presa, de incontables apodos, tenia siempre la misión de hacer caso a mi Viejo, el deporte era la solución, era la última esperanza, era lo que me decían en casa, si no, la burla que me esperaba, cuestionaba todo, salí siempre observador, siempre mirón, siempre sigiloso, nunca llamando la atención, nunca metido en escándalos, nunca viendo al vecino de la fila de al lado, siempre me sometía a escrutinio en casa, de que no querían saber de Mi, hasta daba la de Angelito,- no jodas-, siempre había que hacer bulla, siempre tenía algo que contar, siempre tentando al oído del espectador, siempre sigiloso, para que no descubran nunca mis Mentiras, maestrías y de demás, solo alguien que me conocía del todo bien, podía disipar que estaba siempre mintiendo.
Todavía pensando que me tocaba de nuevo, siempre comenzar presentándome a los desconocidos, era el Nuevo, aquel Año, -era jodido-, pero darme cuenta después, que habían conocidos, los cuales los tenía en mi memoria, solo de Ojo, los reconocí, entonces llegaría en algo la calma, ingresando esta, por mis manos sudorosas, estar al frente de aquellas filas de pupitres y mesas, ocupados por futuros compañeros, futuros amigos, escoltado por aquellas miradas penetrantes, incógnitas en sus cabezas se formaban, saciando su sed de aquellas bestias por saber mi nombre, donde vivo, de donde soy, que hago ahí parado diciendo mi nombre, la calma llegaría después, el de Conocer a nuevos Amigos, sabía entonces que siempre estaría en mi, el de prestarle atención a cada chance, a cada detalle ocasional, o en algún gusto, o por decirlo así, en dejarme llevar por la rutina, de conseguir amigos, para no ser el Extraño, o peor aun el de que me vean como un Bicho raro, solo faltaba entonces entrar a cualquier circulo, en cualquier grupo, o si en caso contrario hacer tu grupito de Patas, chocheras todos, secuaces, compañeros, siempre y cuando este no sea Monse, o del todo muy llamativo, pero a temprana edad, siempre el ser sociable, era la clave. Siempre Yo, tímido, cohibido, nada me podía cambiar, si no fuese aquel tropezón en los estudios, es así como lo llamo mi Tío, en ese Año de cambios, aquel año un tanto traumático, aquel año. Aquel Año comencé los meses, reducidos por horas de vagancia pasados en el Pin-bol, fueron los que marcaron a este su servidor, si no, estaría hablándoles de un Año 98, pero sería en el 99, el cual el destino, y mis ganas por hacerme el rebelde, los que me jugarían una mala pasada, cambio radical, que me puso en una Grada la cual no quería, nunca más, el querer siquiera pensar que existiera. Que habría sorpresas en aquel escalón, en ella se encontrarían las verdades, mas ocultas en mi, en mi ser, en mi manera de pensar, en mi forma de dirigirme al mundo, y única, pura y no comparada por nada, aquel descubrimiento en aquel Año, en aquella Época, fue el regalo mas grande, Aquella mencionada por mí, en mil ocasiones, siendo ustedes en parte testigos de Ello, la verdadera Amistad. Me sumerjo a los principios de todo, a los recontra-mencionados años los cuales, siempre recordare con cariño y aprecio, ahí estaba Yo, no tentando a nada, sino a ser solo uno más, ya que quería pasar tantito solapa, pero nadie me dijo, que esos años serian en algo, competencias sin cuartel, sin casi armamento, ni municiones, con mi incondicional amigo, compañeros todos, una de las batallas jamás vistas, era diferente a todo, solía verlo así, todo era una competencia, mas no una especie de película, en ese entonces creía Yo, ser una especie rara, la cual la sumergieran en un laboratorio siendo mi destino, el que le realicen incontables pruebas y exámenes, los que resultarían todos, el que me exhibieran en un museo, y darme la vergüenza, que todo podía llegar a ser, la pesadilla de Viernes Trece. Pero más adelante, se tentó, en solo dedicar mis días, a lo que vendría a ser, solo aquel lazo, el cual siempre remarco, y sintiendo un Orgullo de aquellos, se infla el pecho, al decir que encontré amigos, los cuales valdría el infierno, solo andábamos de pasadita, mas el estar siempre a buen recaudo, ese era nuestro secreto. Solapa no ma’ causita, que nadie nos apura, pasarían los años rápido, dejaría solo una cicatriz, aquel Tropezón, el a ver Repetido el Año, sería una de las cosas más estupendas, pensadas por Mi, pero uno de los errores más mencionado por mi Familia, cosa que ahora sobre salto, y puedo decir que me ayudo a sentar mis Raíces en este Mundo Loco, siendo todo esto, lo que me lleva a recordar, aquel que Fue, mi Amigo, y más que un Compañero, fue un Loco hijo de la Gran Puta. El Loco Velarde.
Lo recuerdo bien, ya que no era ni la primera, ya en anteriores veces lo llegue a ver, solo de reojo, la primera vez que lo vi, sabia Yo, que anteriores casos habríamos cruzado miradas despectivas, mas no palabras, ya que El, siendo un Loco, no sabía más que solo el estar en su Mundo, aquel que lo llevaba a ser siempre el inicio de todo, y la solución a la chacota. Pero como siempre aquellos días, en que me sumergía en la penuria de levantarme a las 6 de la mañana, agazaparme bajo los brazos de mi hermano, para que juntos cruzáramos aquella avenida, la Tomas Valle, para poder dirigirnos sin miramientos, y sin pensar en mas nada, ni siquiera dejaríamos rastro, siempre nos seguía el vecino, y su Hermanita, Pineda se apellidaba, era compañero de tropa de mi Bro, vecinos y amigos, flaquito El, hasta los huesos, cosa que hasta la fecha, no ah cambiado, siempre llevando la sonrisa aquella, y la chacota que nos sumergía en risas, los comentarios del día, las noticias de la semana, era así que siempre terminábamos el camino lo más rápido, y sin darnos cuenta, siempre pensando que tenemos un destino, aquel Portón de Fierro color Negro, para poder decir después que asistimos siempre al cole, tal como nos decía la Mama, -pórtate Bien Hijito-. Los desayunos siempre eran buenos, por aquel entonces siempre mi Quinua, mi cuaquer, y si no había ello, mi menjunje de mil y un yerbas, que terminaban en un Té, el cual siempre y hasta el día de hoy me viene a acompañar, más que ahora doy gracias a aquella mezcolanza sabia, por parte de mis padres, es que ahora ya con años, puedo decir que eh crecido Fuerte, y sin sobrarme, y menos creerme la chupada del mango, diría que en algo mas chaposo que otros.
Me veía siempre en aquel compañero, mi hermano, siempre estaría ahí, para cuando quería algo, siempre se lo decía en el Recreo, siempre tendríamos en algo común, sabíamos que aquel apellido nos pesaría más adelante, pasándonos a mí y mi Hermano el Menor, nos pasarían la cuentas y facturas, aquellos maestros, porque como han de entender, que los Tres hermanos estudiáramos en el mismo cole, seria nuestro mayor pecado, y calvario. Sino que te lo diga Jairolo, cuando me entero que en 3ro fue su profesora, esa linda señora la Profesora, Campos, y que me perdone el presente, la quería tanto, que si en algún momento se atoraba con algún bocadillo, o se intoxicaba con alguna gaseosa, no creo que en aquel entonces, me veías triste, más que ahora volviéndola a ver, no hace mucho, veo que aquella, Sra., no ah cambiado en nada. Creo que muertita se vería mejor, -sorry Chino, me ganaron los dedos, que entraron en razón con el odio, para con tu mamita, ya que me llegaba a las bolitas, ¿será porque no la quería nadita? - Melancólico me vuelvo cuando me acuerdo de aquellas notas con Rojo, las cuales nunca alzaría, por el mismo hecho de que no siempre ostentaría la misma inteligencia que ostentaba en Primaria, -¿que habrá pasado, los años, no serian los mismos, será que mi cerebro se vendría oxidando?- ya en secundaria vendría mi pesadilla. Me acuerdo que en primaria cuando cursaba 2do y 3ro, terminaban las clases, y hacia la del Recreo, me escurría entre los salones, vivas, sacaba parte de mis ansias por saber que estaría haciendo mi Hermano, solo, y sin pensar que dirían sus compañeros y sus compañeritas me zampaba en su salón, aquellas carpetas de madera eran siempre mi salvación, ya cuando terminaba el recreo, me metía en problemas, cuando veía pasar al profesor de Hora, siempre cerrando la puerta al entrar, aquella que por aquel entonces tenía un Marrón muy horroroso, recuerdo bien una de las anécdotas, pero esto cursando la primaria, estaba yo, sacando suspiros a las Niñas, compañeritas de mi Hermano, es cuando en aquel salón, se veía venir el tutor, que para aquel entonces eran los profesores, que después vendrían a ser los auxiliares, los cuales tenían a cargo un salón, no sé, si por ser buenos, o si solo era puro titulo, ya que eh de saber después que un tutor no solo era eso, si no, un Amigo y segundo Padre. -¿Pero teníamos muchos amigos, porque uno más?- ; amigo, de aquellos que pasaban los 35 años, se equivocaron algunos, aprendimos mucho. Me acuerdo que había una profe, la cual enseñaba Lenguaje, aquel curso, nunca me vino ah interesar, cosa curiosa y anecdótica ahora, que me pongo a Editar las cosas que escribo, simulando que soy un Vargas o un Brays, tentando a que los garabatos gusten por si solos. No siendo esto buscado a primera mano, siempre lo he dicho.
La profe, no noto mi presencia, dictaba su clase, como siempre tranquila y pensante que sus alumnos, siempre entendieran cada paso, y cada uno siempre tenía que estar atento a la Jugada, no había que distraerse, los murmullos estaban a flor de piel, no tenían más nada que tratar de disimular, que no estaba pasando absolutamente nada, que nadie tenía porque ponerse en problemas, era Peque, cavia entre la carpeta y las piernas de la compañera de carpeta de mi Bro, pero con algún asombro, entendí que las mujeres no tenían porque utilizar pantalón, -¿lo harían por estética?- o ¿porque necesitaban más ventilación?, a veces pensaba que aquello, solo lo hacían porque aquellos pantalones de aquel color, no se veían bien, por eso solo reducían de las rodillas a los pies, y le daban mas ventilación, para que se vea y sienta más chido, pero como siempre, el error lo tenía Yo, pensaba muchas cosas, es cuando mi Madre me dice en un Almuerzo, siéntate Bien, y veo a mi Tía, que también utilizaba esta prenda, una falda, entonces pienso -no solo las niñas usan también las tías y mamis-, tendré que prestar atención que si mi hermano también se una también en sus ratos de ocio, de seguro es moda, o caprichos. Me distraje con lo diferente que hablaba aquella Profe, no decía las cosas que decía, el profe Renato, no entendía mucho, nada sabía, solo escuchaba, es cuando vinieron, si aquellos trinquetes, aquellos dolores, Dios, no podía mas, los calambres, se formaron en mis piernas, no sabía cómo disimular, no sabía qué hacer, si Llorar o si buscar refugio, en aquellas carpetas para que el salón no esté después castigado, es cuando un compañero de mi Hermano, divisa mi dolor, y comienza a reírse, -disimula cojudo- , contestaba Yo -si, mula-, no, hazte el Loco, hazte el loco, no jodas nos cacharan y de seguro no la contamos, sabias palabras, sabios concejos, pero te quiero ver a ti, Pelado, a ver si podías tu con esto, con este dolor, mis muslos enloquecían, sentían que quería reventar, las pulsaciones no cedían paso, tenía entonces que decidir, tenía entonces que implorar el perdón, -¿la electricidad o la Profe, el seguir con el dolor o el que sea castigada toda la sección?-, no podía mas, o -¿ir de lleno a un Grito?-, o tratar de solo, morir en ese momento, -chistosito eres quien te manda a meterte aquí pi sonso- decía el Pelón, -ya estas hirviendo- agregaba, ,-cojudazo, calla o te zampo uno, que ya ni te cuento-, me defendía mi hermano, -si no puedes nos cachan, eso te pasa por buscarme en horas de recreo, que te sirva de pinpolla, para que nunca más se te dé por galán-, enamoraba a las trigueñitas, a las lechoncitas, a las pituquitas, a las chapositas, a las rubias, las hacia leña, las de rabito de cola de caballo, a las de mil escusas para no caer en mis redes, decía entonces que no había quien se moría por este ñañito, solo sería mi carita de ángel, pero ese día, como que pagaría mi osadía al querer, atrasar a toda una sección, -me jodí-, me dio lo que mas no quería que pase, no podre salvarme, se me viene el Huaico, y no tengo ni salvavidas, -sácame Diosito, sácame con tus brazos-, -llévame, llévame-, pero nadie venia. La compañera seria mi salvación, ella seria quien de sus labios, ella con su carita de tórtola, entendería mis oraciones, ella sería mi Ángel salvador, hasta que no podía mas, se escucho decir:
- Profesora disculpe, pero se está muriendo-;
-quien-, decía la condenada profesora,
Sáquenme chichón, sáquenme, que ya no puedo, ni pararme, los Huevitos los tengo bien capciosos, los llevo en la Boca, sáquenme que no tengo más que mi orgullo, si no, déjenme morir tranquilito, aquí, calladito.
La Profe, se da cuenta del Bulto,
-¿quién es?- se oye preguntar,
- es mi hermano-, dice mi Bro,
-Quiroz, que pasa aquí-, se escucha,
-se coló en el Recreo, pero usted dentro no pudo salir, es así de simple,
- y porque está llorando, que le han hecho?- preguntaba la condenada, era siempre servicial con sus alumnos, tenía un mechón largo que le colgaba de la frente, los aretes grandes, como se utilizaban en aquella época, un vertido formal, que resaltaba una blusa de colores, que se dejaba ver, los labios pintados con cuidado, serian siempre retocados a la hora del Recreo, tenía la Tiza en la mano derecha, y en la izquierda aquellas reglas de madera que utilizaban para subrayar, en el pizarrón de cemento, color verde, estaban si no, los colores claros, hacia en aquella ocasión calor, mis ojos estaban ya lagrimeando, no podía si no, creer el público, que eran lagrimas de dolor, solo podía entonces ser, presa de la Regañada, de la Profe, su Voz suave, sería entonces mi camino, para aplicarle la de, - Profe, no sea así, deme chance, no es culpa de nadie-, los Niños, sentía sus risas, en mi Hombro, las niñas estaban a mi alrededor, siendo ellas, enfermeras de turno, sacando de sus adentros, plegarias para que no me siga doliendo mis piernitas, pero como ah de siempre haber un Dios, hasta las que nunca daban crédito a mi Angelical postura, se sintieron en algo preocupadas por Mi, - un Oscar de la Academia, un Globo de Oro, un Actor que merecía el reconocimiento del Público, y salir, aplaudido por aquel Salón-
Pobrecito mis Huevitos, pobrecito sambito, pobrecito mis piernitas, y yo que quería ser un Cubillas, un Lolo, ahora me quedare sin Lolo y sin Cubillas, y me iré a canclillas, -joder¡¡-, me tenían con la sobadera, la TEACHER no paraba de sobarme, y frotarme, me sobaba todito, hasta que pase, pero solo paso después de un momento dado, Salí, con una sonrisa, la cual, hizo hervir a todo aquel que tuviera pantalones en aquel salón, deje ver mis perlas blancas, la Profe, me dijo que no diría nada, si en caso, volviera, que lo haga solo en horas de Recreo, es cuando al Año siguiente recibiría un reloj, de esos de colores, como de Mickey, alucinante, saludando con sus manitas a los minutos y segundos, me reía siempre cuando llegaba las 6, siempre sabia, como y donde sentarme, era hora siempre la del Chavo, la de la vecindad, no deje ese Vicio nunca, ese muchacho me trago entero, aquel niño que vivía en aquella vecindad, una madre soltera con un hijo cachetón, hasta el Pedo, una bruja, la del 71, pasada de Años, un hombre renegón puro hueso, el pobre, pobre y misión imposible, bigotón, con su hija picosita de lentes, picara bien sabionda, serian mi alivio por muchos años, mi salvación al aburrimiento, mi perdición, por no decir mi Religión. Nostalgia de aquellos años. Después de ese bochornoso accidente, me decía que ya era hora de pasar la página, no sería más que una anécdota, pero entre los Patas de mi Hermano, siempre recordarían mi Nombre, mas siempre mi apellido, en primaria era siempre así, te decían y nombraban por tu apellido, mas no por tu nombre, llegaban los recreos y no podía sino, mis pies llevarme a seguir al Talento, cosechando entre los minutos más apego, más adelante, se rompería el Cordón, cuando viene el 4to, el 5to, y el 6to, aquellos años pasaron rápido, como volando, sacudiendo en mi la inocencia, las veces que solo hablábamos con Mi hermano Mayor era solo porque estábamos en la casa, mas no nos veíamos mucho en el Cole, habría que distanciarnos, ya que las Pollitas siempre andaban al asecho. Valía mucho con quien te juntabas, como que no se veía muy chido, que estuvieras con tu Brother, peor aun si este es el menor, jodían a aquellos que siempre salían, terminadas las clases, a recoger a sus hermanitos al Nido, o para entonces llamado Inicial, se burlaban, jodían, no cesaba la chacota, mi hermano paso por eso, me iba a buscar ahí veces, pero no todas, mi Madre, tenía esa Tarea. También a veces mi Abue Materna.
Pero ya en secundaria, me encontré de nuevo con el Loco, con el Loco tengo una historia, no llamada, a ser de mejores Amigos, retraído, siempre receloso, cohibido, se hacía siempre difícil hacerse pasar por un conocido, o por dicho sea de paso, un Amigo, pero no sé cómo, no sé cuando, creo por recomendación, o porque creo que Choclo, para ese entonces tenía en el, cariño, o lo conocía, eran vecinos, entro a nuestro circulo, sabíamos siempre que estaba Loco, el Loco y Yo, no nos presentaron, solo nos hicimos patas, por compromiso, se hizo del grupo. Lo cobijamos entre nosotros, lo adherimos a nosotros, siendo él una insignia que siempre llevaríamos, y llevaremos más adelante, me nombraban por aquel entonces como mi apelativo, y me apodo lo decía, el siempre como que viniera él, el no querer decirlo como un insulto, pero creo que fue notado por El, el que me diga de esa manera, seria presa de mi arrogancia y mi desprecio, es por ello, que solo me nombraba por mi Nombre, o en ocasiones por mi apellido, el Nero, Nero, saca al agua, como me decía mi Compa’, en aquellas fechas en mi Barrio Fino, nos llevábamos bien con el Loco, no teníamos porque sentirnos reacios, o en todo caso a la defensiva, con aquel personaje, nunca entendí, el porqué, en aquella época, siempre a los no queridos, a los diferentes, a los mas callados, o por alguna anomalía, o un cambio físico, o en este caso intelectual, los agarraban de Punto, sumergido siempre en la chacota, de los demás, con esto no quiero decir que me escapo, de el Montón, fui también presa, por así decirlo de la algarabía, de aquel Grupo, de los Palomillas, fui presa del Momento, fui en todo caso, también culpable, y lo digo sin Tapujos, ni miedo a que me señalen, sentían por aquella Época hacer del Loco, el punto de burla, pero como mi manera de pensar era otra, mi crianza, era lo que me alejaba siempre, a no sonreír, cuando este era tratado como Tal, como lo que era, Un Loco, en aquel entonces no pensaba, en hacer del Loco un Mártir, o un personaje ligado a la burla. Me llamaba por aquel entonces la Pelota, el Deporte, el joder con la Gentita, la Zanahoria vendría después. Yo por así decirlo, vería después que aquello, era cosa, de crecer, con ello, de que no podía mas solo ser presa de lo que los demás, hacían para después no ser, el Punto. Mas solo se libraban los demás, siendo este, El Loco, presa de los mas Palomillas. Ese era el Trato, eso era lo que mocionaba el Oráculo.
El Loco tenía cerca del Cole, su domicilio, y lo que era un Negocio, recuerdo que este negocio lo administraba un pariente de él, La Vieja y el Viejo, que administraban este Negocio, se llevaban siempre mis palmas, ya que eran personajes sacados de caricatura, con diferentes formas de pensar y actuar, recuerdo siempre que andaban siempre a la defensiva, solo cuando íbamos a buscar al Loco, nos recibían, recelosos, siempre sigilosos, ameritaba siempre el interrogatorio, pero solo cuando decíamos que éramos compañeros de Colegio y de Tareas, cambiaba el interrogatorio, por ahí algún Dulce, seria la clave para brindarnos su conformidad, a que seamos amigos del Loco, es cuando congeniabas en que la Familia del Loco, era toda una Familia de Locos, los de atar. Me sumerjo en aquellos años, en que era compañero del loco, en los estudios, siguiendo por aquel entonces las enseñanzas de aquel Tutor nuestro el Buen Segovita, nos decía, que el ayudarnos nos serviría en todo caso, en pasar la materia, en pasar de Año, mas ahora en aquel entonces, EL Loco, por ser loco, no sabía absolutamente nada, la verdad no sé, como Carajos pasaba de Año, vengo entonces a retomar razón de él, cuando en Primero de secundaria nos encontramos de nuevo, El Loco y Yo, no éramos amigos, no sentíamos apego el uno con el otro, no teníamos nada en común, mas después de saber que teníamos el destino prescrito, y se haría después el lazo, que ahora pongo en mención, y lo digo con todo el respeto y consideración hacia su memoria, El Loco, seguirá, y por mucho tiempo, seguirá siendo mi Amigo hasta el día en que de mi Memoria se aparte la luz de la Vida, sabiendo ello, se que en alguna ocasión me juntare de nuevo con él, me llamara la atención, de nuevo, el notar que era Virolo, visco, no se sabía si estaba mirándote, o si miraba al vecino, el loco siempre babeaba de un lado, de los labios, o en caso, siempre lo veía ensalivado, acumulando saliva en los Labios y boca, no se notaban las palabras coherentes, cuando se agitaba, allí vendría el problema, venía el preludio, tenía en casos a tartamudear, tenía problemas para pronunciar, pero algo, se gravo en mi memoria, por aquella época, solo recuerdos y pasajes ligados a la chacota, a las penurias que le hacían pasar los compañeros, llegando a sacar risas la cuales, se sumaban a los diferentes rostros, el loco estaba loco, pero se volvió El Loco Velarde Prosopio, por prescripción de los compañeros, por prescripción de la infinidad de golpes, los mil y un adrede, remesones, golpes que después congelarían sus ganas por querer aprender, congelarían sus ganas por querer cambiar, el Loco estaba Loco, pero nunca un Loco, tenia solución, siempre lo será, pero el Loco Velarde puedo decir, que era mi Amigo, era Amigo de Choclo, Amigo del Malograo, amigo del Cholo, era nuestro compadre, así lo tengo en mi Mente, así lo llevaría siempre, sumergiéndose Él, en la chacota, sumergirse en su mundo, el cual nunca nadie, estaba del todo invitado. Ya que El Loco, por ser loco, no tenia del todo uno forma por saber en que pensaba, mas que ahora acordándome de Él, puedo decir que El Loco, era un Concha sumare. Siempre me hacia Reír.
El Loco y Yo, somos y seguimos siendo Amigos, hasta que por cosas de la vida, terminada la época de cole, nos separo el tiempo y los deberes, por acerté de un tiempo, y un espacio, en la sociedad, el loco de mí, no tuvo nunca un hola cordial, pero con eso, nunca tuvo, un Hola, no merecido, para Mí, el Loco siempre seria Tal cual, siempre seria Raúl Velarde Prosopio, seguido solo de un apretón de manos, sabía entonces que el ser amigo, de él Era para toda la vida, siempre buscaba a los que él considera sus amigos, siempre cruzaba la dominicos para golpear la puerta al Malograo, siempre se hacia de tiempo, para pasar la Tomas Valle, para golpear mi Puerta, que para aquel entonces era de Madera, seguido de tras por el Choclo si era el Caso, por aquellos años en que el Malograo, el Cholo, el Loco, Choclo y Yo, éramos inseparables, había ocasiones a veces que siendo solo amigos de colegio, llevamos esa amistad mas allá, siendo después solo presas del Olvido, creo yo que una de las cosas, que mas unió al grupo, fue eso, el de ver que al Loco lo perdíamos, sumergidos años muchos después en una de las más difíciles Pruebas de que el Choclo, siendo también amigo, de un Día para otro, siendo nosotros testigos, caiga en aquel Vicio, de él que, hasta ahora sigue en algo, siendo tentado, sobre cayendo, de sobre todo, por el olvido de los Amigos, solo ahora hablo de ello, siendo por aquel entonces, algo traumático para el Grupo, sabiendo que por lo visto, nadie en esta maldita y puta vida, se puede librar de las tentaciones. Por aquel entonces, tendría la suerte Yo, el de siempre encontrármelo, sacudiendo su espalda, con una palmada de amigo, sacudiendo sus manos con un fuerte apretón, causándome asombro cada vez, que por impulso, o por esfuerzo sobresaliente, lograba el Recordarme, al Loco, los años, lo hacían más Loco, no podía ni tenía escapatoria, lo de loco, nada ni nadie, se lo quitaría, El Loco Velarde era así como lo Llamarían. El Loco Velarde.
Hubo ocasiones en que el Loco, sin razón aparecía en mi Puerta, sacudido por los golpes provocados, por aquellos encontrones con algún Familiar, o algún maldito envidioso de su locura, el cual no le caía en gracia, ya que era Loco, llegaba al resguardo de mi Puerta, sabiendo el que siempre encontraría en mi, refugio, creyéndomela, nunca me pedía, nada, nunca me decía más que lo que pensaba hacer, Yo nunca preguntaba porque estaba ahí, sentado en mi Vereda, socavado, silencioso, solo me sentaba a su lado, y solo veíamos pasar las horas, mas solo las palabras siempre se las llevaba el viento, siendo estas inimaginablemente largas, pasábamos hasta hay veces horas y horas, hablando de la gente, de cualquier cosa, de los amigos, de los Barrios, de cualquier cosa, hubo una fecha en que ya por aquellos años, sentía que la ausencia del loco se hacia mas frecuente, pensaba, que por algún motivo, en algún pasaje de su memoria, no encontraba el camino, que yacía en la puerta de mi casa, es por aquello, que pensaba entonces, que se habría olvidado del camino, ya que por cosas ya de los trabajos a los que me sumaba, y los estudios, que por aquellos años tomaba, no me encontraba siempre en casa, sacando de mi Madre, aquel pesar, porque me decía, que – El loquito paso a buscarte-, sacando de mi, una Sonrisa, y a la vez preocupación, me decía .que habrá querido-, o me preguntaba -que habría pasado-, y siento entonces ahora, el no poder siquiera ir a visitarlo, siento entonces culpa, por siquiera acercarme al teléfono, para marcar su número, por querer siquiera saber de su proceder, al loco lo perdí, lo perdí por ser Egoísta, ya que así como venia visitar, también me traía noticias de el Circulo, de los demás, de la gente, de los amigos, sabía que él era el diario ambulante, andaba siempre con las ultimitas, tomaba por entonces las visita del Loco, como una visita amena, y deseada, mas no por Obligación, por aquellos años, en que pasábamos, siempre juntos, siempre fuertes, siempre apegados a la Amistad que en aquella época de Libros y Cuadernos nos dejo, de herencia.
Ahora el Loco, nos deja sin Gloria, sin un adiós, siendo recordado por mí, a muchos días de su partita, recién a estas fechas, a estas alturas. No mencionado en mis letras, como se merecía, pero en algún fragmento, recuerdo a verlo mencionado, pero como un Personaje, pero Hoy quiero Tocar hebras las cuales, me sumergen en una depresión no querida, pero es a lo que me lleva el solo hecho de mencionar su Nombre, mas siempre teniendo en cuenta que debo siempre pasar de pagina, pero esto siempre, nunca olvidando a los Amigos que perdí, en el camino. Tú te Burlas por mi manera de pensar, si, Tu, tú te pones reacio, al creer que lo que digo, es solo por querer, mas no siendo siempre una de las cosas, que te gusten, pero olvidas que sé hacer, que te pongas melancólico, que recuerdes a los tuyos, no siendo mi Materia, no siendo mi trabajo, el de darte siempre tu Bajón, si te pones a pensar, no soy, nadie para darte mención, de lo que hago, o en este caso, que pienses en lo que hago, pero da el caso, si te pones a pensar, los Amigos que pierdes, siempre están presentes, mas el que quieras estar ciego, ese no es mi Problema.
El Loco era mi Amigo, y sigue siéndolo, aunque usted no lo crea, aunque usted no lo entienda, aunque los que ahora se acuerdan solo de él, como Raúl Velarde Prosopio, para mí era un Hijo de la Gran Perra, el más chingao de los amigos, el más Loco, el perro al que golpeabas siempre regresaba por mas, era mi amigo, era siempre el de estar siempre en la chacota, el de verse siempre como Loco, babeando siempre por todos lados, el de mencionar las cosas arrastrando las palabras, agrandando las vocales, las vocales las creaba él, los himnos a la patria, hacia su Bandera, hacia su Mundo, el siempre les rendía Homenaje, ya ahora ah estas alturas, no te has de recordar de él, pasado el tiempo, no creo que te acuerdes del Loco Velarde, no creo que mas ahora solo se encuentre en ti, un Borroso recuerdo de aquel Amigo, Compañero de carpeta, hoy rindo un sincero Homenaje para aquel Loco Hijo de Perra, que en aquellos ademanes, y sin sabor al cuerpo, me menciono a mí como un Amigo, siendo esto, no sentido del todo por mí, sabiendo que lo deje Morir, lo deje solo, lo deje olvidado, lo dejamos salir a la calle, con sus penas, sus locuras, siendo esto en mi, una de las verdades más claras, mas siempre diremos adiós a los amigos, mas ahora que por algún motivo nos dejan, siendo estos, amigos los cuales, siempre recordaremos, mas ahora que por cosas sin sentido, no entendiendo del todo, él porque nos dejan, el porqué deciden irse, El Loco se Fue sin decirme Adiós, mas ahora lloro su Partida. A sabiendas, que nunca brindo un Adiós. Nunca eh llorado su partida.
El Loco era un Loco, querido, un Hombre, un Niño grande, un mal humorado, un retrograda, mas ahora siendo sincero conmigo mismo, nunca lo mencione como amigo intimo. sabiendo que cruzamos palabras, cruzamos lazos, y estrechamos nuestras manos en símbolo de amistad, pero al loco, no lo entendí del Todo, era un Loco, no entiendes las locuras de un Loco, si no eres loco; el loco tenía un mundo superfluo, donde él era el Rey, el sabia como, cuando, y donde, si era de noche o era de día, mas ahora seguirá siendo solo neblinas en sus pensamientos, llenando los abismos de olvido, en tanto, ahora puedo decir, que Estoy Algo Loco, loco cuerdo, loco por todos lados, mas ahora loco por las letras, las que me sirven de Idioma, el Loco ahora debe de estar en el Cielo, debe de estar sentado en mi Puerta, sacándose los zapatos, dejando ver sus medias con Hueco, el Loco nunca dejo de ser Loco, mas los años sobre cayeron en él, de una forma muy reacia, acabado por los golpes de compañeros sin remedio, acabado por el desprecio de la gente, no tenia mas solución , de terminar sus días como loco, ahora solo tendría tiempo para mencionar su nombre, siendo esta mención, mi querido amigo, ser en sí, mi Homenaje a ti.
Nos vemos pronto Loco, no desesperes, jugaremos a la pelota pronto. Nos iremos a ver al Malograo, y de pasadita le timbraremos al Cholo, para que le pase la Voz al Choclo, para que bajen a saludarte, nos vemos pronto Loco, no desesperes, que ahora, solo nos quedan años, mas antes pensábamos en toda una Vida por delante, mas ahora solo son secuelas de una locura, locuras de juventud, que al salir del cole, tiene en algo razón aquel comercial de televisión, -El Mundo es Tuyo-: - Púdrete, si no lo crees. Estás Loco-, tu mundo retumbaba el mío, lo hacía más Loco. Loco tranquilo, que de cuando acá, de seguro moriré pronto, socavado por las penas, en transe por los demonios internos, ya que Soy Loco, un loco hijo de la Gran Puta, no desesperes, dejaremos entonces ver nuestra locura como la última Moda. Saciada nuestra sed, porque los días sean Buenos, encontrándonos con los amigos, aquellos que a base de Locura, te tienen siempre en mención, ya que ahora como haz de haber notado, dejaste a Amigos en el Camino. Te despido con un – Hasta Luego- , más solo será tiempo, el justo para volver a encontrarnos. Loco, descansa en paz.
En Memoria de un Amigo, Hermano.
Raúl Velarde Prosopio.
El Loco Velarde.
Mi Amigo.
De loco a loco nos entendemos.

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