Escritores Invitados
por Armando Q.(Perú)
un avión en mi patio
Nada me impide escribir esta
noche. A menos claro, que caiga un avión en mi patio. Cosa que creo, no sucederá
el día de hoy (eso espero), hoy que decidí sentarme en la silla de hierro color
negra, saltarme la cena, y refugiarme en este entierro de palabras no menos creíbles.
Justamente hoy que me apetece dirigirme a los pocos visitantes de este espacio
humilde, en donde he destinado un espacio en un rincón muy lejano, saltarse los
parámetros y cultivar solo, simpleza y calidez. Les voy a contar como mis líneas
ahora no quieren ser leídas por otros, solo por ustedes, de cómo mis palabras
mas buscadas, son las del diario vivir, aquellas que cualquier mortal puede
pronunciar por la mañana, sin que tengan que ser rebuscadas, o ser el resultado
de búsqueda en un diccionario. ¿para qué complicarme? ¿para qué complicarnos?..
si lo único que quiero hoy es, solo eso, Escribir. Escribir de mis noches
bohemias, de mis múltiples pieles, de los cuerpos salados, mis pies caminantes,
de la colilla en la mesa con manchas de labial, de aquellos años que han
decidido no regresar. Escribir de mis amigos, amistades de antaño (de los
amigos que perdí) del sol en Lima, de mi Callao Fino, de la Pichanga de
los sábados por la tarde, los goles que grite, esos que solo han de vivir en la
memoria, de las noches en que me negaron un beso, en la calle Consternación,
por la mujer de botas aguja, que ahora cantan a la Luna, una canción de amor. -Calmarte debes corazón-, escucho decir en mi interior, pero las palabras salen sin pedir
permiso, los golpes no cesan, tranquilamente puedo pasar la noche escribiendo,
pero aún así, no diría nada. Más solo serian palabras sin alma. Escribir no
tiene que ser algo, que me quite, tiene entonces que llenarme, de aquello que
no hay en otra parte, y que no lo encuentras bajo las piedras, lo hueles en el
aire, las palabras saldrán si, pero no serán las que se quedaran. Solo andarán
de pasada. Aquellos que han venido siguiendo este Espacio entenderán de que mi
tiempo me ha sido arrebatado, tantas cosas por hacer, Libros que empezar, pero
sin ninguna idea en mente, tanto tiempo desperdiciado, solo mirando el espejo
que devuelve aquel rostro ahora arrugado. Tantas cosas por hacer, que ahora
pienso que aquel Avión, me vendría bien.