octubre 31, 2012

Este año pedí una pistola de agua [por Armando Q.] [Escritores Invitados]





Este año pedí una pistola de agua


1


A veces consigo reírme de mi mismo. Gran hallazgo. No es fácil creerse un payaso, a decir verdad, muy pocas personas se atreven a decirlo con igual algarabía, o cierto afán, verse al espejo estos días no es fácil pero tampoco es un arte escondido verme sollozo, anidando en mi tiempo momentos de pobreza, cuando me pregunto ¿Qué hice mal?. La vida me ha enseñado que todo pasa por algo, todo tiene un porqué, la muerte también. Aunque nunca comprenderás del todo, el de porqué también existe la “muerte en vida”.
Pero también hay una cosa que he notado, “el de no poder reírme de la gente”, no puedo, no me nace nunca caer a carcajadas al ver el dolor ajeno, no, ese no soy Yo, yo soy solo un espectador con sentimientos, lo descubrí hace poco, si antes fui un profanador de tumbas, ahora quiero solo vivir tranquilo: sin apresurarme a leer un libro, sin que me preocupe el reloj de cuerda, o las manecillas en la pared. No siempre lo verde es el color del tiempo, o de la vida según algunos; de la vida no sé mucho, tampoco de la muerte, lo único que sé, que realmente puedo asegurarte, que la vida pasa muy deprisa, no hay que pensar siempre las cosas, a veces, hay que saberse en el futuro, y si tu futuro es el que te ganaste -¿pa’ que mas?-. Si algo debes cambiar, si algo debes alcanzar antes que acabe tu tiempo en este mundo, si algo deseas cambiar, hacerlo debes. No le busques porqués, solo hazlo.

2

Hoy encuentro en la pregunta de mi Amiga, una duda que ella mastica. -¿y cuándo me presentarás a la enamorada?- Dicho sea de paso, es verdad que en sociedad, no me veras exhibiendo lo mío. Pero es justificada la pregunta, entendible también, y del mismo modo es fácil intuir la respuesta – las relaciones son de dos -  pero es cuando recuerdo las palabras de un amigo contemporáneo: siempre uno debe buscar el equilibrio, pero puedo valerme de agregarle mi estilacho a las palabras de mi amigo: nunca he podido hacer coincidir a estas dos grandes mujeres: La Niña de mis Ojos con mi querida Amiga.
Mi amiga, recientemente, leo y veo, sus estados y fotos, letras e imágenes que me producen alegría, verla exhibiendo su felicidad, recientemente a pasado a la fila de casadas, ella se merece eso y mas; es cuando coincidimos, cuando el tema que suele colarse siempre en nuestra conversación, se apodera de la misma. PLANES FUTUROS, proyectos y demás, cosa que por si bien lo dicho anteriormente, le suelto una sopa de palabras, mas que nada una joda, a manera de rompecabezas para poder evadir su curiosidad que siempre es causa de carcajadas, cuando pierde el interés de seguir hablando de cosas que a la par con nuestras vidas, no sucederán pronto, no siempre tendremos lo que queremos, pero si, podremos, si queremos, darle un mordisco al éxito, de eso no quepa duda, hay que saberse bien plantado, y tener las armas, para conseguir lo que uno quiere, ella, felizmente, poco a poco, camina firmemente en el camino de la vida, y me alegra saber que con tantas cosas: proyectos, amigos, viajes, trabajo y vida marital, siquiera, entre tanto jolgorio, encuentra tiempo para poder saludarnos, como amigos que somos. “Solo las personas luchadoras, obtienen lo que quieren, con empuje se logran los premios” se lo escuche al vendedor de legumbres.

3

Le dije “este año pedí una pistola de agua”, mi sarcasmo le es indiferente, solo consigo un “vaya que tu no has cambiado”,  pero como siempre, Yo, poniendo los puntos sobre las íes; “yo no planifico querida”, siguiendo con mi discurso, Yo solo sigo el camino que me apresa suavemente, y si por algún momento, siento el ahogo, me desconecto y ¡Ya!, listo, sin problemas. Ya que los “problemas” son la causa que envejezcas mas rápido. Las vida esta para vivirla, no para solucionar problemas, si tienes que hacer algo, pensar antes debes, tienes que verte en el presente, para luego poder verte en el futuro, para caminar seguro “programa”, sabiendo que puedes seguir esa línea que te trazas, no siempre las cosas saldrán bien, pero nadie te reprochara después, por no haberlo intentado. Intenta todas las veces que debas, nadie puede impedirte nada, el cielo es el límite. Eso último lo leí en alguna parte.
La conversación nos llevo por el campo de Venus. Suelta la primera bala -¡¿y cuándo me presentas a la musa de tu inspiración?!- válgame Dios, esa pregunta cogió carne y fue a parar en la yugular. Amiga todavía no encuentro una de carne y hueso, solo son historias para el papel, le cuento. No valiéndole, insistió, -pero tanta inspiración, tiene que venir de un cuerpo presente, de piel, huesos, existir, respirar, ¿no?, no creo que no exista esa mujer- suelta su segunda bala. No, creo que mi caminar me ha llevado a conocer muchas damas, y de entre todas ellas, escojo, algo distintivo, y lo plasmo para que otros sientan el calor por intermedio de mis letras, y no hay creo una en especial, las musas de mis líneas, son creo, todas. No hay una en especial, insisto. No contenta con mi respuesta, la tercera bala se escucha -¿y la nena que faltaba cuajar?- ah, pero que buena memoria la de mi interlocutora. La vi la otra vez, como dice la canción -Hoy e vuelto a ver el amor, que un día me dejo, el corazón sin alma- -si, hoy la vi, por ahí, caminaba de la mano con su amor, …ella me vio, y lo beso, no sabes cuanto me dolióoo- suelta unas carcajadas (escribe lo siguiente: jajajaja) se puede con esto pensar, o mejor dicho que le hace gracia, que le duele en verdad. Pero lo manifiesta de una manera errónea. Luego Yo contesto de la misma forma jajaja pero con una carita de tristeza, pero que ya se convirtió en resignación. Así es amiga, la verdad, es esta: me gusta mirarlas, coquetear, soltarles una frase elegante, seducirlas desde sus cimientos, mantener el velo de endulzamiento, soltarlas en plaza para darles su espacio, sabiendo todos que esa, esa es mi hembra, pero por mas que he pensado en esto, no creo estar aun, conciente que el compromiso, no es creo, un trabajo para mi. Ella encuentra en mis palabras, un cuarto (1/4) de la respuesta que andaba buscando, no satisfecha, la siguiente bala es creo, solo un previo para su estocada final, ya el Toro a sido amansado, y llevado al cansancio, solo falta el ultimo truncazo, y cortar las orejas. Y llevarlo a las brasas de una buena parrilla.

4


Ella es mi amiga, siempre he recurrido a ella, para el lavado de mi alma pecadora, buscando el cambio y el buen consejo para limpiarme del barro, el charco en el que vivo, suelo encontrarla siempre con la hora justa, como para cruzar unas cuantas palabras, suficiente como para volver a caminar pisando firme, pero sabe por mi manera de ser, que cuando en verdad la necesito, una llamada para escuchar mi voz, su voz alegre, salir  de mi cuerpo, para viajar miles de kilómetros por la línea telefónica, es una muy buena manera de pasar un fin de semana, en mas esta decirle, lo mucho que aprecio esos detalles, en mas esta decirle lo mucho que la estimo, pero por si hubo alguna ocasión, en que no he dicho lo que ahora escribo, se lo escribo para que quede claro algo. Siempre seremos amigos, y siempre recurriré a mis amigos, cuando pierda el camino, si este camino esta mal, o sea mi brújula la que me lleve por mal camino.

¿Presiento que hay alguien? Dicta su última estocada. Es cuando entiendo que las mujeres nunca están sin sus sexto sentido en off, siendo esto creo, algo acertado, nunca una mujer sabe cuando lo necesitará, siempre lo tienen en suspendido, pero nunca apagado. Que come amiga, que anda acertada el día de hoy, le digo yo, con unas letras mayúsculas. Me encuentro con que justo hoy, me la encuentro conectada, y mire usted, sabe cuando aparecer, pero no se preocupe, le digo, siempre hay tiempo para todo, ya tranquilizándola, pues la hora siempre apremia, se despide diciéndome, en diciembre me la presenta, ya mas calmado, y pasando la saliva, le digo con cariño, te la presento. Es cuando se desconecta, y sigo con mi vida de charco en charco, sabiéndome domado otra vez, y llevado a terreno enemigo, las mujeres nunca andan contentas hasta que obtienen lo que quieren. De eso estoy seguro, siendo esto una ventaja aparente, fuerza que se apropia de ellas, y mezclada con hormonas, son un arma que puede volverse, en una muy  mortal. Pero con mi amiga creo Yo, es mas curiosidad que otra cosa, ya que las mujeres llevan en sus genes la curiosidad a flor de piel.

5


El celular suena, si, es ella, no puede Dormir, dice al otro lado del auricular, sabiéndose eludida, creo que cometí un error al darle la exclusiva, de que su amigo anda en puerto bajo la luna de Venus. Sus palabras me alientan, sus versos me llevan a otros lugares, y es cuando me veo, junto a ella, con un café en la mano, sabiéndonos envueltos en una charla amena, salirnos de la rutina, y solo hablar del futuro, porque se que si pretendo algo, lo consigo, pero los planes nunca han funcionado conmigo, no se si por falta de compromiso o por simple suerte, me quedo con que no fue “mi tiempo”. Ella ríe, se le escucha a carcajadas, se entrega a la conversación, me cuenta sus cosas, sus problemas en el trabajo, sus no aun problemas en el lecho matrimonial, sus carnecitas como ella dice, sus arreglos para que su marido no se aburra de ella, porque tiene algo de razón, los hombres, nos aburrimos muy rápido, le digo esto, y se altera, ¿Cómo así? Pero si hace poco a sido nuestro matrimonio, encienda una vela le digo yo, al santo mas conocido, le sigo diciendo, y se encuentra ya alterada, sonrío, ella ríe, ella no puede ver mi sonrisa, yo si puedo escucharla reír, se sabe envuelta en una broma, me manda maldiciones –¡maldito, no juegues así!- solo es una broma amiga, tranquila, tienes lo necesario para que no escape, creo, si sabes cocinar claro está, volverá por hambre. Ella no para de reír, hasta que vuelve a recobrar el aliento. Me dice –gracias, necesitaba esto- todavía no tengo amigos, como para hablar así, de una forma tan fresca y amena, las personas de por aquí no se abren como nosotros los peruanos. Estamos para ayudarnos los amigos ¿no?, cuando quieras, le digo con cariño. Ella cuelga, luego de un Adiós, Yo todavía sostengo el auricular en mi oreja, y marco un número de siete dígitos, cuando escucho su “Alo”, vuelve el alma al cuerpo, se encuentran las imágenes intactas, las palabras aun tienen significado, su respirar que resuena esperando una respuesta. Hola. Y vuelve el silencio de sonidos sostenidos por un hilo confuso –esperaba que me llames, ¿por qué la demora?.