Escritores Invitados
por Texenery de la Cruz
La pequeña Nerea
Capitulo dos
Una carta más...
Los primeros pasos para la libertad empiezan por mí misma, pasos duros pero firmes en darlos.
Hoy encontré las cartas que un día escribí para él, mi amigo en la distancia, soporte de duros momentos, confidente en mi encierro, las cartas que nunca envié:
Querido amigo:
Hoy me he roto por completo, quisiera contarte lo que toda mi vida me ha consumido y condenado. No te sorprenderá, sólo soy una de miles más...
No fui deseada y pagué un precio muy caro por ejercer mi derecho a vivir, al nacer mi Mamá me rechazó, era muy fea decía...Nunca supe dónde estuve los dos primeros años de mi vida, nadie me lo confirma, no aparece rastro alguno...
El mejor amigo de mi Papá era la bebida y cuando me veía se enojaba y decía beber más para no verme porque le recordaba a su madre, como si la genética tampoco estuviera de mi lado...
Mi Mamá empezó a pagar sus frustraciones en mí y mi Papá se sumó a la hermosa labor de dos padres adolescentes, que amaban a sus hijos. En mi hogar por llamarlo de algún modo, reinaba el perpetuo silencio que sólo se rompía para sus gritos y discusiones a las que sin perder tiempo me incluían para culparme de todo, cualquier cosa era excusa para golpearme como pelota de mano en mano. Las palabras más bellas que labraron mi autoestima eran no sirves para nada, siempre molestas, debí abortarte, menos mal que eres adoptada, a pesar de ser su hija...Las caricias más hermosas que recibí eran golpes, empujones, desprecios, humillaciones, gritos...
Cuando eran comidas especiales como cumpleaños o navidad, siempre acababa en el piso todo, era cuando más peleaban como para que nunca lo olvidaras...Nunca supe lo que era una familia.
Alardeaban de sus actos ante vecinos, amigos, cuando veían sus resultados en mi pequeño cuerpo les celebraban la educación y disciplina, era muy traviesa. Otros eran peores, veían mi carita y miraban a otro lado para no ver la evidencia...
Pero lo peor vino luego cuando encontraron los medios de librarse de atenderme.
Mi Mamá no se llevaba con su familia, menos mi Papá, andaban todo el día de garras, escenas grotescas pero aún así me dejaron a su cargo cuando ellos trabajaban sin preocuparse ni importarles absolutamente de nada. Muchas veces fueron avisados de que eran muy raros y a los niños no trataban como se debe e incluso les dijeron que sus juegos eran para adultos. Caso omiso hicieron, realmente creí que fueron conscientes y el tiempo me dio la razón...
Allí me convirtieron en adulta, nunca aprendí a jugar como los demás niños, ni tuve risas inocentes, amor, cariño ni comprensión...
Los seres más despreciables para muchos eran miembros de mi familia, llevaban mi misma sangre pero eso no me hizo librarme. Lo que mis ojos vieron, lo que mis oídos escucharon y mi cuerpo experimentó acabó con una infancia, llegó el desamparo y desolación...
En vez de dibujos animados muchas veces ponían películas para adultos, luego pasaron a las caricias, a sus juegos especiales. Era su iniciación y lo tenían de tradición familiar, muchos pasaron por sus manos y nadie paró. Algunas de sus víctimas lo destaparon pero nadie creía y no todos hablaban. Otras víctimas se sumaron a ser verdugos.
El miedo era mayor y la indignación fue peor porque siempre queda la vergüenza y la culpa que impide actuación...
No creas que todo lo recordé, vino a verme el resto de mis vacíos hace poco y por eso me he terminado de romper. No he parado de llorar y no me importa si es debilidad...Me siento sola ante todo, el miedo recorre cada poro de mi piel y el dolor no me deja ver....Ya no consigo mantenerme fuerte como antes, ya no puedo decir que no pasa nada...Ahora cualquier circunstancia que se presenta en mi vida, hace que duela la mía propia, impide que pueda enfrentarla y resolverla, no bastaba con toda un vida de dolor , tratando de sobrevivir como mejor he sabido y podido y encima ahora todo me queda tan grande. He vuelto a sentirme pequeñita e invisible....
Muchas veces me he preguntado como llegué aquí, pues sencillo, supervivencia. Nunca me rendí de conocer algo diferente, de que todos dieran la importancia que merece a la infancia y se le de el valor que merece, que no sufra ningún inocente. Que sepan lo duro que es superar algo así y tratar de existir...
Que el mundo rompa su ignorancia del drama que tapan, que todos esos niños si consiguen sobrevivir serán adultos y el futuro ¡enmendar un daño semejante es muy DURO!
No más violencia ni usarlos como objetos, sentimos y padecemos...No más ignorancia...
Hoy leo esa carta y se me encoje el corazón, sigo sintiendo la misma sensación que cuando para mi amigo escribí. No contengo la necesidad de que tantas preguntas me acongojen en el desazón de mi dolor, por qué tanto silencio, trato de
exprimir mi alma para que me oriente en el sendero oscuro y frío.
Mi alma se acongoja al oir el susurro del lamento,
no encuentra las palabras, el hilo o argumento...
A destiempo deambula en los suspiros de mi angustia buscando el destierro que la evada con astucia para quedar sumergida en el orbe que la mantenía.
Postergada se alimenta de mi propia flaqueza abrigada en sus silencios sosteniendo la templanza...
Es el fervor de sentir lo que la aterra o frena ante dejar florecer lo no conocido que apena...Permitírselo o no, arriesgar o equivocación,
así dejar el vacío cuestionado por mi corazón...
Huye a su refugio para evadirse al momento de no enfrentar su dolor para no tener sentimiento...Me pregunto alma mía,
¿Sabes en el fondo de tu abismo lo que es no sentir nada
y lo prefiere a brotar el sentir y sufrir postergada?
Poner coraza es protegerse y sobrevivir al infortunio
¿Cómo creer que no existe al quitarla si es lo único que viste?
¿Quién te asegura que cesará tu temor si sales?
No puede sino dilatar al alba para arrancar la sensación y proseguir el ocaso labrando lo que realmente vale olvidando lo que soñó, simplemente quiero razón...
Descrebajado mi cuerpo no encuentra sustento, la sensación de oscuridad embriaga el momento, disfrazada mi alma, como un muro divaga.
Dudas, descontentos sensaciones, que más propaga...
Un camino tortuoso buscando albergue que contente, en busca de compañero que sostenga su fuerte, pero sólo tu mi alma, debes poder ver la luz y cruzar el puente,
dejar atrás la huella desconsolada y perdida, no dejarse consumir ni condicionar para continuar la vida.
Aprietas mi dolor, oprimes mi sentir sin contemplación, cual prisión sombría y olvidada sin compasión, solo oírte ahuyenta mi espíritu sembrando desconfianza,
solo sentirte clava alfileres tambaleando la esperanza, cómo poder, cómo hacer, que cruel puedes ser...
Desgarrarte de mis adentros es lo que debe suceder, enterrarte en el abismo sin retorno es lo que debes padecer, arrebatarte hasta el último hilo es la solución,
aborrecerte hasta la saciedad para avivar el corazón.
No hay remedio para tanto pesar que se pueda calmar, no hay salida que aflore sin tregua, que se pueda desear, sólo aniquilarte sinceramente haciéndote frente al pasar...
Dos rojas lenguas de fuego que a un mismo tronco enlazas y al besarse forman una sola llama. Dos notas de la madera que con el tiempo una mano arranca y en el espacio se encuentran y cariñosas se abrazan. Dos olas que vienen juntas a nadar en la playa y
que al juntarse se coronan en un manto de plata. Dos gotas de vapor que del fuego se levantan y al unirse allá en el cielo forman una nube blanca,
Dos ideas que al par brotan, dos besos que al tiempo tallan, dos ecos que se confunden, simplemente el alma que ama la libertad, es lo que sentimos tu y yo mi alma...
Se humedecen los labios, se apresura el aliento, mis mejillas se encienden y permanezco impaciente, busco entre mis pestañas el brillar del húmedo lecho,
de la ardiente chispa que brota del mas bello sentimiento...
Deseo comunicarme con mi pecho para siempre, abierto lo dejo, para abrir el corazón, llenarme de amor con la mayor ilusión...Mi alma encadenada al abismo del tormento...
Separa el dolor del alma, libera mis cadenas...
Las olas del mar me adormecen, con su murmullo que a todos acontecen, varada en su manto me quedaría, perdida y ausente pasando el día. Salpican mi rostro y borran la vida, cuan pura y hermosa reposa, en mi, me perdería ansiosa, como el ser mas prudente al futuro me uniría por siempre, que perdurara la calma y durmiera mi alma, así por el fin de los días ausente... No sentir, no pensar, no estar...vivir por vivir, vivir sin desear. Los días pasan sin cambiar, la pena prosigue sin hablar.
El tormento se acomoda a mi pesar, no lo pedí, no lo desee, no lo quiero, condena que consumes libérame primero, cuan preso pasa los días de su lamento, la culpa corroe mi alma por momento, dónde esconderme, dónde olvidar, dónde perdonar.
Busco mi morada busco mi descanso, cierra mis ojos, descansa mi dolor, cierra mis heridas, borra el rencor, termina con el estar por estar, aplaca mi ansia, debe terminar...
Que helada estas mi alma, no palpitas, no vibras, solo hay temor. Se me desgarra la vida al asomarme y escucharte, no hay tesón, arrancaste lo que había y me has dejado tan vacía, no se como pasar los días, permanezco sombría. No veo la salida sino un gran abismo, oscuridad, no te lleves mi verdad...
Yo Nerea, no dejo de preguntarme, dónde van las lágrimas que no se derraman,
dónde van los silencios que no se propagan, dónde habita el olvido que forzaban...
Los lamentos tejen heridas, los pasos se confunden en las lluvias, los acordes no ven sinfonías...
Dónde habita el don del alivio, dónde se encuentra lo que no busco,dónde para lo desconocido.
No veo sino dar un sólo paso a mi tormento, comenzar por amarme a mí misma y delante de un espejo me rindo a la agonía.
Allí me preparé y por un instante se heló mi respiración. Alcé la mirada y me vi. por primera vez en un espejo. Puede parecer una tontería pero para mí, era imposible hacerlo...
Siempre huía de verme sin saber por qué quizás una forma más de castigarse y no quererse.
Miré mis ojos y por primera vez me reconocí, fue unos minutos como horas, pude verme y aceptarme, soy lo que soy. Miré a esa mujer que tanto tiempo estaba escondida, vi su dolor y su castigo. Escuché sus lamentos y sus sueños y en ese momento pude aceptarla. Con sus más y sus menos. Al mirarme vi esa niña asustada, dolida, perdida que nunca había creído tener...
Nunca la habían escuchado o atendido pero yo también lo había hecho sin darme cuenta. Había permitido que muriera en vida y la había castigado toda la vida...Porque me daba asco...
Ahora esa niña convertida en mujer me sorprendió. A pesar de sus dificultades había seguido adelante sin verlo yo...Sin valorarlo...
No todo lo había hecho mal...En cada adversidad crecía por instinto de supervivencia...Se rendía a la vez que caminaba en busca de salida. Miré a una mujer que era yo, me identifiqué,
acepté y lo más importante, ME RESPETÉ.
A veces, tenemos delante las cosas y no las vemos porque el dolor es tan fuerte que lo impide, no significa que desaparezca pero es el camino a llevarlo, a aprender a vivir con lo que soy, con lo que he vivido y lo que me queda por vivir. No me preocupa si los sueños se logran, solamente intentarlo. Comenzar a amarme y respetarme para que los demás puedan hacerlo. Cómo quieres que el daño y el desprecio no entre en tu piel si uno mismo se desprecia...
Mis ojos me mostraron la realidad, las ganas y marcaban los objetivos. Un camino largo pero acompañado. Por primera vez esa mujer me acompaña, me respeta y me acepta porque soy yo, es mi vida, la quiero y me escucho para conocerla. La miro sin rechazo, sin asco y no puedo más que admirarla por su valor aquel día ante el espejo...Para mostrarme, qué es el amor propio...