marzo 15, 2013

camino al trabajo [por Dreyko(Perú)][Escritores Invitados]


Escritores Invitados
por Dreyko(Perú)

Camino al trabajo


Camino al trabajo y me desvió a pagar unas cuentas, me encuentro con un amigo, lo saludo con una señal, me responde, me acerco a él para el saludo respectivo con las palmas, cambio de dedos, se escuchan los chasquidos. Me despido deseándole paz, dejo entonces ese sitio, me dirijo a mi destino, ya que no quiero, mejor dicho, no soy de deberle a nadie, mis cuentas las pago siempre a tiempo. Eso, o dejar que las deudas me castiguen, me sigan, me pulvericen. Dejo en claro que no le debo algo a nadie, mas que hay una cuenta por ahí, que a tenido su tiempo de acopio, pudo ser saldada a tiempo, pero estoy esperando la vuelta de esta persona que ahora su paradero se encuentra pasando el océano, mejor espero, ya que sé que pronto volverá, y así, podre saldar mi deuda. Tomarnos unos jugos de cebada y sellar el encuentro.
Consigo llegar al ‘Agente bancario’, pregunto por unas cosas primero, luego hago la transacción, me dirijo entonces a mi paradero, este, que yace sentado a un lado de la vía, esperando mi retorno todos los días que me toca laborar, me inclino a sentarme, y saco del bolsillo mi reproductor, Arjona es la elección, cuándo no, Arjona, acompañándome en mi trayecto camino a mi trabajo, de mi trabajo a la casa, luego algo mas movido, un poco de salsa, si la salsa seria comestible, comería todos los días Salsa de la Dura, de la buena, de la que no hay, ya que ahora son solo fanáticos los que cantan, los grandes cantantes ahora yacen en mausoleos, dejados al olvido, pero recordados en sus canciones. Me dejo llevar por el caballo de metal, no sin antes dejar aquel paradero, dormido a un lado de la vía, me dejo llevar por mis pensamientos, dejando ver mi preocupación porque no es un día normal… es un día cualquiera, en una hora cualquiera, cuando decido dejar que el reloj avance, para luego encontrarme con la ‘cárcel’ que ahora es mi segundo hogar. Mi trabajo, atosigante, deambulando por terrenos que me esperan y que me hacen ver la realidad, de que solo soy una persona ordinaria, entre las muchas que hay en este momento como zombis deambulando por las calles de Lima, dejo saber mi preocupación al encargado de la puerta, por dejar pasar un costal de huesos por la entrada(ósea Yo), y este me mira cual loco de la calle, dejando ver su risa, yo solo lo miro, y digo  –Buenas Noches, Jefe- y el solo responde – ¿que diablos tienen de buenas?-, -no, no lo se, pero estoy seguro que ahora lo averiguaremos-, me alejo de aquel portero con mal humor, me dirijo al sótano, a donde están los hombres duros, lo de la comarca, los amigos de turno, enseñando sus cicatrices por turnos anteriores, dejando saber quien manda, dejando saber que solo soy un novato entre ellos, dejándome ver que no es bueno estar aquí, si no tuviera los cojones para estarlo. Dejo caer mi maleta en el suelo, procurando que todos ahí sepan que 'Llego por quien Lloraban'. ¡Dreyko!