septiembre 10, 2012

último día [por Armando Q. (Perú)] [Escritores Invitados]

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Escritores Invitados
por Armando Q.


último día



Con la cabeza aun adherida a la almohada, estiro la mano, palpo, el aire helado lo siento en mi brazo desnudo, con las yemas de los dedos cojo con suavidad el gadget, el que se encuentra más a mi alcance, el cual creo que por creerlo un estorbo o arrebato mío, tiré por algún lado la noche anterior, ya con el aparato en mi mano, utilizo un solo ojo para ver los pequeños números que me dictan la hora, me levanto de un brinco, al darme por enterado de la hora que es –son las 6:30am, ¡DIABLOS, no escuche la maldita alarma!- Que molestia sentí, mi alarido se dejo escuchar, bilis tan temprano no es lo recomendable por los doctores, no soy de llegar tarde al trabajo, no me gusta comenzar el día de esta manera, me crea una molestia que dura toda la mañana, por muchos motivos que a la par con mis obligaciones, se vinieron a juntar con  compromisos, que alteraron la rutina que llevaba sanamente esta semana. Bueno, no había de otra, mas que seguir sonriéndole al día, que recién conozco, recién me lo presentan, y de una manera sana me perfilo a seguir viviendo, salir de casa, todavía arreglándome la camisa, y al vuelo, ponerme la casaca para evitar el frío que hoy quiere hacer de mi día, uno mas para el olvido. Suena el gadget de la empresa, adivino…. si, es Flores, compañero de batallas, antiguo en el oficio de agradarle a la gente, oriundo de la tierra de mi Madre, compañero que a sabido ganarse mi respeto, solo con su sinceridad, y tremenda humildad, me abruma saber, que Yo por ser limeño, tengo en las venas egoísmo y criollismo, una vives que me a creado enemigos por doquier, mi sangre anda por así decirlo jodida, en cambio, cuando hablamos de Flores, siempre tiene esa mirada de conejo asustado. Cosa que no lo hace menos, por el contrario, es un ejemplo de sencillez,  por otro lado, Yo como limeño, he tomado demasiado jugo de vives, pero se me olvido combinarlo con grandes dosis de humildad (me llego a enterar de lo mucho que he cambiado: como persona, es una bofetada bien recibida, me auto-estudio y mi cara de tristeza se deja ver). Dicto mis disculpas, ya que después de mucho tiempo, llego 10 minutos tarde al trabajo, y por preocupación, Flores decidió llamarme para saber si estoy en camino, o si debía llamar por un relevo. Le contesto de que si, todo esta bien, que al parecer las sabanas se me pegaron como chicle. Y lo que pensé en ese momento me desilusiono: cuando quise echarle la culpa a alguien, o crear una farsa que no venia al caso, así que solo  le exprese mis disculpas, y le pedí de favor, que llamara a nuestra Base para anunciar que estoy en camino. Llego a mi paradero, comienza a lloviznar, felizmente la prenda que me abriga es lo suficientemente gruesa para que no me afecte lo duro del clima, felizmente, ya que enfermarse es solo por descuido de uno mismo. Y la verdad, no suelo enfermarme al punto que el mal que me aqueje me tumbe a la cama, o algún mal que apañe mi salud de zorro viejo. Soy de cuidarme siempre, o mejor dicho, soy cuidado de la mejor manera por mi Madre, la señora que antes de cruzar la puerta que da a la calle, me grita cual orden santa – no te olvides de llevar abrigo, chalina, guantes, hoy será un día helado- es como si aquella mujer de ojos saltones, y cabellos alborotados, tuviera poderes mágicos, y pensar que cuando pase por la puerta de su habitación, la imagine todavía dormida, es como si tuviera un sistema de alerta que por mas que quisiera saber como funciona, su secreto, no sabrías como explicar, que las Madres sepan cuando debemos o no abrigarnos, es sin duda alguna un misterio, todo un tema para Estudio, la duda que siempre me queda al saberme bajo una llovizna, en el paradero, y sonreír, al acordarme que gracias a mi Madre, puedo mantenerme caliente, me río solo, y estiro la mano para parar un taxi que me llevara a mi destino, pero que a la vez, es la cárcel que me otorga mi sustento. 

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por Armando Q.