Escritores Invitados
por Armando Q.
último día
Con la cabeza aun adherida a la
almohada, estiro la mano, palpo, el aire helado lo siento en mi brazo desnudo,
con las yemas de los dedos cojo con suavidad el gadget, el que se encuentra más
a mi alcance, el cual creo que por creerlo un estorbo o arrebato mío, tiré por
algún lado la noche anterior, ya con el aparato en mi mano, utilizo un solo ojo
para ver los pequeños números que me dictan la hora, me levanto de un brinco,
al darme por enterado de la hora que es –son las 6:30am, ¡DIABLOS, no escuche
la maldita alarma!- Que molestia sentí, mi alarido se dejo escuchar, bilis tan
temprano no es lo recomendable por los doctores, no soy de llegar tarde al
trabajo, no me gusta comenzar el día de esta manera, me crea una molestia que
dura toda la mañana, por muchos motivos que a la par con mis obligaciones, se
vinieron a juntar con compromisos, que
alteraron la rutina que llevaba sanamente esta semana. Bueno, no había de otra,
mas que seguir sonriéndole al día, que recién conozco, recién me lo presentan,
y de una manera sana me perfilo a seguir viviendo, salir de casa, todavía arreglándome
la camisa, y al vuelo, ponerme la casaca para evitar el frío que hoy quiere
hacer de mi día, uno mas para el olvido. Suena el gadget de la empresa, adivino….
si, es Flores, compañero de batallas, antiguo en el oficio de agradarle a la
gente, oriundo de la tierra de mi Madre, compañero que a sabido ganarse mi
respeto, solo con su sinceridad, y tremenda humildad, me abruma saber, que Yo por
ser limeño, tengo en las venas egoísmo y criollismo, una vives que me a creado enemigos
por doquier, mi sangre anda por así decirlo jodida, en cambio, cuando hablamos
de Flores, siempre tiene esa mirada de conejo asustado. Cosa que no lo hace menos,
por el contrario, es un ejemplo de sencillez, por otro lado, Yo como limeño, he tomado
demasiado jugo de vives, pero se me olvido combinarlo con grandes dosis de
humildad (me llego a enterar de lo mucho que he cambiado: como persona, es una
bofetada bien recibida, me auto-estudio y mi cara de tristeza se deja ver). Dicto
mis disculpas, ya que después de mucho tiempo, llego 10 minutos tarde al
trabajo, y por preocupación, Flores decidió llamarme para saber si estoy en
camino, o si debía llamar por un relevo. Le contesto de que si, todo esta bien,
que al parecer las sabanas se me pegaron como chicle. Y lo que pensé en ese
momento me desilusiono: cuando quise echarle la culpa a alguien, o crear una farsa
que no venia al caso, así que solo le
exprese mis disculpas, y le pedí de favor, que llamara a nuestra Base para
anunciar que estoy en camino. Llego a mi paradero, comienza a lloviznar,
felizmente la prenda que me abriga es lo suficientemente gruesa para que no me
afecte lo duro del clima, felizmente, ya que enfermarse es solo por descuido de
uno mismo. Y la verdad, no suelo enfermarme al punto que el mal que me aqueje
me tumbe a la cama, o algún mal que apañe mi salud de zorro viejo. Soy de cuidarme
siempre, o mejor dicho, soy cuidado de la mejor manera por mi Madre, la señora
que antes de cruzar la puerta que da a la calle, me grita cual orden santa – no
te olvides de llevar abrigo, chalina, guantes, hoy será un día helado- es como
si aquella mujer de ojos saltones, y cabellos alborotados, tuviera poderes mágicos,
y pensar que cuando pase por la puerta de su habitación, la imagine todavía
dormida, es como si tuviera un sistema de alerta que por mas que quisiera saber
como funciona, su secreto, no sabrías como explicar, que las Madres sepan
cuando debemos o no abrigarnos, es sin duda alguna un misterio, todo un tema
para Estudio, la duda que siempre me queda al saberme bajo una llovizna, en el
paradero, y sonreír, al acordarme que gracias a mi Madre, puedo mantenerme
caliente, me río solo, y estiro la mano para parar un taxi que me llevara a mi
destino, pero que a la vez, es la cárcel que me otorga mi sustento.
Escritores Invitados
por Armando Q.
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