pa' la ppol!!
El reencuentro
20min para escribir
borrachoso(5)
Barrio Fino*
borrachoso(5)
Barrio Fino*
El Doc, enciende el motor, nos destinábamos
a partir para comprar seis frías mas, ese era el plan, eran
casi las dos de la mañana, la parranda se había prolongado mas de la cuenta.
Habiendo iniciado al medio día. Dicen que lo improvisado sale mejor, mucho mejor, “santa verdad”, ya que sale mejor que “lo planeado”. Razón tienen aquellas palabras. El Doc arranco “el potrillo”, los caballos cogían
hambre, se escucha fino el motor, los suaves círculos del volante para voltear
en cada esquina, el frenado suave, El Doc cambio las pastillas cuando estas, ya
mandaban signos de desgaste, y el claxon, riman perfectamente, nos decidimos
por la licorería que se ubicaba junto al Priale,
pero como siempre, los Cangrejos, andaban esperando en silencio a entusiastas
turistas de la noche, y en lugar estratégico; la caída de aquellos crustáceos
fue la sorpresa en la oscuridad, fue cuando se dejo escuchar el silbato, para ir
a las duchas. El silbato que dicta el fin del partido.
Todos nos miramos las caras,
Honguito encontró como esconder las rubias.
Debíamos decir adiós, en contra de nuestra voluntad. Los cangrejos decidieron
aguarnos la fiesta, cuando la cosa andaba en buen camino. Murdog se había
quedado en nuestra ultima coordenada, ya que su celular timbraba, por ello, el
pizao’, decidió atender primero su fono, antes que acompañarnos en nuestra
cruzada, la ultima de la noche, se le escucho decir “¡aló amor!” cuando el
potrillo rugía, pero como siempre, su manera de dejarnos por el calzón, nos dio
mala espina. –aquí, viene un concejo de borrachoso, no, por ninguna razón,
conteste el celular camarada, si quien te llama, es tu calzón, suelta esa manía
de darles a tus camaradas balas, para desfigurarte, y tirarte barro, así acabas
con la paciencia de quienes te acompañan-. No le dijimos nada, pero
ya estábamos apunto de comprender todo. ¡¡¡Murdog nos salo!!!, esa es la
verdad. No hay nada peor que un camarada tire la toalla, arrugue, tiro sal al
aire, y arruino la fiesta; irresponsablemente, nos echo la sal, nos dejo ir,
sin antes darnos el censillo para la seis frías, como siempre, andaba aguja, y aferrándose
al echo que estaba al fono, nos dejo tirando cintura. Cosa contraria sucede con
Honguito, las veces que lo hemos invitado, no nos ha defraudado, siendo
conciente en decir que solo tenía algunos cobres, pero se entiende, cuando un
camarada esta pasando por una etapa de hambruna, los bolsillos andan
apolillados. Pero con Murdog es otra cosa, Abogado de Oficio, que no tenga unos
cobres en el bolsillo, es síndrome de tacaño. Eso y más. Aquí se habla con la
verdad, si lo seguimos consintiendo, se nos jode el muchacho.
Las sirenas no delataron a los avezados,
puesto que se acercaron por detrás y en un silencio inexpiable, suerte para su beneficio,
la audaz maniobra de Honguito de esconder las rubias, nos daba una ventaja, puesto que teníamos al Doc en el volante, sabíamos que todo iría
bien, a menos claro, que nos coja el Cangrejo las bolas, ahí si que no sabría
decirles, como terminaría esta escena.
El Doc estaciono el potrillo frente a la licorería, solo se escucho
un frenado al costado del conductor. Eran los Cangrejos, que andaban en busca
del sencillo de la noche. Se venia el
Día del Trabajador, así que, cualquiera hubiera echo lo mismo. Trabajar un
domingo.
A los cangrejos no les molesta
trabajar un domingo, ya que se puede sacar buen provecho del día. Siempre hay
gente feliz de la vida como nosotros, que no quieren dejar que la noche se
acabe, y van en busca de más combustible para seguir celebrando. No era para menos,
festejábamos la Amistad, festejábamos, si, había motivos suficientes para
hacerlo. No por nada, reunir a los muchachos, es excusa suficiente para
celebrar.
El Doc entendía el problema, sin
los documentos en regla a la mano, sin que nada se pudiera hacer, la voz que
ahora se escuchaba en el aire era la de el Jefe, hombre
de contextura robusta, síndrome de ocio detrás de un escritorio, o peor aún,
detrás de un volante. Dispuesto a no perder el tiempo, y viendo que andábamos
en falta, decidió ir por lo seguro, quitarle los documentos al Doc, para poder
distraer las miradas, el Doc tuvo que bajar del potrillo, en vista que el
Cangrejo había echo una jugada astuta, nos sorprendió. Felizmente, el Jefe, no
se tropezó con “Hijos de Mamá”, o simples chavales que decidieron irse a la
mierda aquella noche, no, “¡somos del callao man!” y aquí, si no eres mosca, la
calle te come. Sin duda, lo siguiente que hizo el Doc, fue la jugada ganadora, mostró
sus Documentos de Oficio, saltando del asiento, persiguiendo al Cangrejo antes
que su Segundo, pise el acelerador. Después de unos segundos, la cebada se había
disuelto en nuestro organismo, no habiendo en nosotros muestra siquiera, de
haber engullido dos cajas a más. Pero como ha de ser la noche joven, y el
picón, siempre se quedara picón, decidimos mejor irnos a lo sano, dejar el
potrillo que descanse, seleccionar una fecha para poder seguir la reuna.
Sin que nadie se acuerde, que habíamos dejado a Murdog en el camino. Fue
entonces que volviendo por nuestros pasos, nos acordamos de Murdog. Era cierto.
La Jerma, lo mando a dormir. Hmmmmm
Desde aquella fecha, Murdog esta
en falta, y aquí queda escrito que nos debe, si, nos debe una jonka, por tamaño
desplante.
Nos despedimos del Doc, me despedí
del Xato, dejando al segundo en su puerta, le dije a Honguito que se acuerde de
devolverme mi chamarra, que en el barrio no regalamos las cosas, que mi compare
El Malograo, ya me había cagado con una casaca, El Xato, se le notaba en la
cara, lo picón, era la noche joven, y aun, cuando quisiéramos, ya la saladera había
hecho de la noche, una muy peligrosa aventura, así que cortamos por lo sano. El
barrio estaba en un silencio sepulcral, habiendo sido nosotros, horas
antes, los que habían dado color y música. Quedo pendiente, quedo un mal sabor,
Murdog y su saladera, Honguito que me quiere cabecear con una chamarra, y El
Malograo, que una vez mas, me deja mal parado, ya que resulto ser un pollo,
“dos cajas y al suelo”, no puede ser. Al Doc se le respeta, se le estima, pero
por más que quiera uno salirse con la suya, he aquí el mensaje de mi texto.
Si vas de farra con
amigos, no contestes a la jerma, si vas a sacar tu caña, siquiera sal con los
documentos de rigor, los tuyos y los de la caña; si vas a prestar una prenda
para el frío a un camarada, que ese hijo de la "Guayaba" tenga la cortesía de lavarla; si los
cangrejos te aguan la fiesta, No hay problema, para eso existen las revanchas. Irse
de farra, no quiere decir que no lo hagas con responsabilidad. Saludos pa´la ppol.