Escritores Invitados
por Azucena de Jesús Azcárate Sánchez
Mi encuentro con el cantante
Un cuento corto… sin final feliz…
Yo no sé cómo fue que lo conocí ni como fue nuestro primer encuentro, solo sé que de pronto ya era parte de su equipo aun cuando no trabajaba para él.
Ayudaba con las cosas de arte, con las escenografías, con los colores, con los materiales de diseño. Los chicos del que si era su equipo me respetaban y tomaban en cuenta mis propuestas.
-Mira Sofía decía el de las mezclas, después de tanto probar usaremos tu “melody” en el concierto y yo decía ¿cual mío? si solo es un programa simple de mi computadora…ellos acostumbrados a los grandes inventos habían olvidado que podían limpiar los sonidos y hacerlos más claros o aislarlos de los demás y usarlos solos….¡sería la novedad! además él me había escuchado, tomado en cuenta mis ideas.
Diles Sofía –Decía Erick (el reggetonero), que dejen sólo la guitarra, que lo limpien de lo demás y yo iba, lo comentaba con ellos y escuchaba desde abajo imaginando su cara extasiada con los sonidos.
La gente cree que quien canta ese tipo de música es vulgar pero todos los chicos eran muy inteligentes y dedicados, a él le encantaba la buena música y las letras que tenían buen concepto.
Yo había decidido irme ya pues tenía que volver a mi trabajo, a mi vida, cuando el chico del sonido Alberto, me llamó para que escuchara lo último, alcancé a leer unas notas escritas a lápiz en una libreta olvidada en la mesa….era la letra de Erick que decía:
- Calle tal #...., a esta no creo volverla a ver de verdad.
- Esta chica del vestido azul es demasiado simple….
- A esta habrá que llevarla al servicio de jubilaciones es demasiado para mi edad.
Los muchachos se dieron cuenta que yo había leído cuando señalando el primer párrafo y sonriendo (más asustada que nunca) les dije: ¡¡ésta soy yo!! Pero yo se que si querrá volver a verme…se que lo hará.
Erick me había escuchado y nervioso no hizo más que tomar la libreta y arrancar la hoja.
Yo me despedí de los chicos, ¡estaba dolida pues había llegado a quererlo!
Tomé mis cosas y le pedí a Erick que bajara, que deseaba decirle adiós….
Él caminó conmigo hasta la puerta pidiéndome perdón diciendo que siempre hacía lo mismo cuando conocía a una chica, pero que yo no sabía lo importante que había logrado ser para él, le contesté que si lo sabía pero que de nada servía ya.
Al llegar a la puerta su guardaespaldas lo saludó con un simple: ¡jefe! Y a mí con un ¡hasta luego Sofía! Y yo hasta siempre Martín, Cuídate, te quiero…
Erick preguntó ¿qué fue eso? y se notaban los celos….yo le dije nada, solo es una despedida de amigos, el no podría pensar en acercarse a mí si te ofende con eso; contestó - Que le tenía miedo que así debía ser pues él era el JEFE.
Erik, le dije yo, cuando tu entiendas que la gente está contigo porque te quiere, dejarás de estar solo…..¡mientras no!.
Cuídate siempre Sofía,-me dijo- tengo que volver a mi trabajo y se fue a su mundo seguro….sé que igual que yo iba triste, me dejaba y se dejaba ir.
Esa noche en el concierto cuando sonó aquella guitarra…tan limpia… ¡Yo le vi las lágrimas y sabía que eran para mí!
