Escritores Invitados
por dreyko
borrachoso (1)
La verdad no quería levantarme, pero
volver al agujero de la rutina no lleva opciones, lo tienes en frente, solo
cuesta dar el primer paso, luego todo es por inercia, pero eso ahora ya no
importa mucho, los pasos que di fueron de zombi, los gusanos comenzaban a gozar
de mi cuerpo adormilado, vientos en convulsión que se estrellaron primero en la
ventana, abriéndola de golpe, golpean ahora mi cuerpo, mi cuerpo un manjar por
la mañana para los sedientos parásitos rastreros, y mi entusiasmo se reduce al
saber que a unos pasos quedaba el lavabo, unos cuantos remojones con el agua
sucia de mi conciencia, después dejar que el cepillo de dientes haga su
trabajo, tragarme el enjuague bucal licuándolo con mi aliento putrefacto,
después llega la adicción por salir a la calle para olvidarme de mis miserables
días, no creo encontrar en mi vida a un aliado, todos son al igual que Yo…
miserables, aunque aún no se dan cuenta de ello.
Me duelen los ojos, se que los
miserables necesitamos unos segundos para adaptarnos a la luz del día, ya que
nos manejamos mejor de noche, enciendo el primer pito, es el desayuno, el
sonido de las gotas del café colándose son mi concierto privado, un café negro
en la mañana es mi gloria, lo amargo de las semillas me recuerdan a mi niñez,
cuando veía a mi padre sentado en su silla tomando un amargo y negro liquido al
que le encontré el gusto llegada la adultez, el aroma encontrando sitio en mis
pulmones agujereados por el smog, creo que es un milagro todavía poseer mi
sentido del olfato ¡Milagro! Creo que es un milagro seguir con vida. Pero la
vida es corta señor, señora, doctor, doctora, hoy toca solo caminar a la
laburu, pero no me lo creo, que estoy haciéndole un bien a la sociedad,
prefiero quedarme en casa y sentirme viejo, sentir como los años pasan por mí,
sentir como los años pasan de largo y no dejan saludos. Traspaso la puerta que
me da paso a la vida vagabunda, a un mundo que encuentro más barato, ya que no
me quita nada, no me pide nada, ni la renta, ni mucho menos una mensualidad, es
este más amargo, mas congestionado, en donde entiendo que a la gente no le
importa de qué color son mis ojos, o que llevo puesto, o si estoy desnudo,
ellos, la gente, resumen que soy un
loco, un vagabundo, no les importa, es a ese mundo al que pertenezco, cierro la
puerta, pero no le hecho llave, no creo que haya algo valioso en mi
departamento para ser hurtado, termino mi café, de un solo sorbo, mis manos
temblaban, tiro el vaso descartable al piso, y un tipo me mira de reojo el cómo
inclino el cuerpo para poder caminar, sabe que hay algo en mi que no está bien,
lo sé por cómo me mira, una mirada sepulcral, ya que me da por muerto, no me da
más de dos años piensa este alacrán diurno, al igual que el doctor de la
familia cuando me vio en su consultorio hace dos días – hijo tienes que
cuidarte, o solo tendrás que hacer tus maletas porque Lucifer no deja que
vengas a la tierra de vacaciones- pendejo!, solo hacía falta unas panderetas y un público para ese mediocre de profesión
acumuladora de muertes en su haber, un año más, ahora solo quedan meses, los
que voy desperdiciando: yendo a un trabajo que no es de mi agrado, viviendo una
vida que pienso no es para mí, donde no pasa nada de nada, viviendo en una
mentira en la que encajo por ser un miserable, siendo un miserable que escribe
crónicas, las que nadie lee, las que nadie entiende, soy el que firma como dreyko
en el matutino al que nadie quiere conocer, y me escondo en un seudónimo porque
no quiero ser reconocido, solo quiero hacer lo que me da la reverenda gana, y
no podría ser famoso aunque lo quisiera, el miserable que muere cada día, cada
vez que respiras, sin saber que puede que mas allá de la línea haya esperanza,
eso, lo de esperanza es para los débiles, yo soy un guerrero dentro del cuerpo
de un miserable, pero guerrero al fin, terminare mis días a como me vengan,
dejare el trabajo que me ahoga, y dedicare mis horas a practicar mi gramática, enderezaré
el calendario que anda inclinado hacia la muerte, me descuide, pero no quiero
volver a lo de antes, solo colgarme de los cigarros, de verme sin corbata,
quiero ser alguien, pero no solo uno más del montón de señores con nombre en un
parqueo destinado para la plana ejecutiva, solo quiero verme haciendo lo que más
me gusta, lo que deje por aferrarme a lo que dicta la necesidad, y que la gente
me admire por las huellas que deje en los corazones faltos de algo que no es
amor. Pero sé que eso es imposible ahora, mis sueños vinieron después de mi
sentencia. Mi tiempo se agota y no quiero ser impertinente, no quiero joder a
nadie más, no quiero que sientan lastima de mí, no sabes cuánto dolor provocas
cuando alguien te mira con esos ojos, los que creen que ayudan en algo al ver a
la gente con esos ojos, coincido con que ese es un idioma estúpido. No sirve de
nada tenerle lastima a la gente hoy te lo digo. Me quedan solo unos días, y
espero que no sea tarde, para pedir perdón, creo que sería lo menos que podía
hacer, pedir perdón por las cosas que he venido haciendo, a las personas que
lastime, es lo menos que puedo hacer, es lo menos que puede hacer un moribundo,
el de encontrar a esa gente que antes eran mis amigos, pedirle perdón a mi
madre por haberla golpeado cuando me fugue de casa a los 17, pedirle perdón a
mis hermanos por no decirles donde estoy, donde he vivido, pedirles perdón a
las mujeres con quien he follado sin darles cariño, pedirle perdón a mis
profesores por los días infernales que han pasado por mis días de rebeldía,
pedir perdón, es lo que quiero, lo que mi corazón me pide, sin que nadie sea mi
preámbulo, solo quiero hacerlo, más nada. Pedir perdón a todos aquellos quienes
han conocido la versión mala de mí. No creo que sea entendible lo que quiero
hacer, pero es lo que quiero, pedir perdón a la gente que hice daño. A los que más
quise, a las personas que he amado pero no me devolvieron el cariño, amor y
respeto que merecía, solo golpe tras golpe, pedir perdón, pedir perdón es lo
que debo hacer, ya que no creo que ellos quieran verme. Pero aprovechare estos
días para hacer lo deba, para que me reciban, iré a donde tenga que ir, para
poder hacer lo que debo. Golpeare puerta tras puerta, así tenga que cruzar océanos,
caminar descalzo o viajar por tierras desconocidas para poder realizar la labor
que me he propuesto –pedirles perdón a todos, a quienes han conocido mi versión
en miseria y retorcida-
Escritores Invitados
por dreyko
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