mayo 22, 2012

borrachoso (2) |por dreyko| | Escritores Invitados|

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Escritores Invitados
por Dreyko

Borrachoso


Me bebí la vida de alguien la otra noche, hablando sin respirar, sacando lo malo de adentro pa’ fuera. Pero no recupere nada de la mía, absolutamente nada… no beberé más  dije entonces, gritándolo a las paredes pintadas de un negro frio, y lo cumpliré para no verme con resaca, hablándole al silencio, creyendo en la mentira mundana que todo el mundo llega a creer cuando se dirige a casa, llegando a ver un techo diferente cuando  se acaba el efecto -de que todo estará bien-.

Uno quiere escapar bebiendo, uno quiere escuchar las voces que idolatran al cantante de buenas nuevas; pero esos, los que oyen, a todos ellos, no puedes llamarlos tus amigos. Son solo oídos de una noche, son solo clavos en la madera que pronto el moho devorara, y se oxidaran junto con el tiempo. Para nunca más volver a verlos.

Reí, pero mi risa no encontraba eco en ningún lado, sabiendo eso, me calle, y solo he hablado escribiendo, ya que mis pensamientos no los entiende nadie, y no quiero gastar saliva, pues mi saliva es el reemplazo de aquel elixir que me llevaba a una alegría limitada. Me bebí la vida de alguien la otra noche, no siendo liquida, hable palabras añejas, hable escribiendo de un personaje que siempre aborda mis escritos, y es cuando en este golpeteo me encuentro con la sorpresa que suelo adherirme a mí mismo en mis historias, adherir mi carne en mis relatos, es mi vida la que encuentras entre letras. Es mi vida la que comes todas las veces que pasas a visitar al borrachoso de entradas pronunciadas, de frente amplia, sonrisa chimuela, es mi vida la que se escapa y no quiero hacer nada, por eso bebo de otros la suya, por eso no puedo callarme, ya que me alimenta el estar activo, me alimento de los ojos ansiosos de aquellos que quieren escuchar mis historias, es mi vida la que reclamo mía, pero es el público – lector-  que no quiere devolvérmela.
Creo que el beber la vida de alguien no lo ayuda a uno a encontrarse, ya que he conocido a  personas que consumen de ese aire, y estoy seguro que de sus bocas solo expulsan suciedad que se pega en tu ventana, es por eso que pasas la vida, limpiando la ventana que más adelante necesitara mantenimiento, porque no siempre veras claramente por esta. Así es la mente humana, una maratón para lo incierto, hay un loquerio en las cuevas prehistóricas de la mente, así somos todos, nos bebemos la vida de alguien, al punto de no saberlo.

Me dije entonces que me dedicaré hacer aquello, a solo ver como cae la lluvia sobre el cemento, a como se escurre por mis dedos la vida mía, como se va a pasear mi alma en lo soleado del día, a ver, como se escapa mi alma en el humo del cigarro que estoy golpeando, me dedicaré a solo ver las gotas caer, y no hare nada, mas que solo ver cómo se evaporan las gotas  en mi piel, ver como todo consigue su curso, todo se escapa, se desvanece igual que el tiempo, solo encontrare tiempo para fumarme un pito, mi vida es una conjugación de fricciones, y de vez en cuando, ayudare a un verbo a que sea el manifiesto del hombre, la verdad de los sentimientos.

Un gusano más que quiere ser escuchado, pero esta vez, quiere que le pongan atención, ya el tiempo en este siglo, vale oro, oro es lo que no tengo en el bolsillo. Solo cargo bronce. Gracias por tu tiempo.


El Borrachoso.





Papeles Olvidados
por Dreyko