Por Armando Q.
Los que nacimos con alas: Ave Amazónica
tu no puedes comprar mis alas
Ayer volé por el Amazonas, al
primer intento, sé que no me creerás. Pero lo hice, tal como lo oyes, frágil
como me vez, me refleje en el río manso que en estos días duerme temprano,
cuando tocar las nubes era natural, para alguien con Alas; Yo ahora escapo del
suelo, me vuelvo de plumas rojas y vientre al aire, mi imagen se refleja en
espejo de aguas cálidas de mañanas pacificas, me disgusta que no me creas lo
que te digo. Piensa entonces ¿cómo puede ser que te cuente esto, si no es la
pura verdad?, tendré que pedirte que me sigas, aunque sabes que no me puedes
seguir a donde voy. Contare a detalle mi experiencia, deja, escucha que te
cuente mi volar por las nubes, haber conocido a las negras fue un susto relámpago.
-No hay lágrimas- dije Yo, pero ahora sé, que el cielo llora cuando anda triste
por el sol. El Sol Peruano es el más cálido. Sí Señor.
Bueno, no importa, no importa si
no me crees, mi experiencia ha sido de
las mejores, no me la robaran por nada, las horas pasaron cual segundos, decidí
bajar solo para contarte como es allá arriba, con las nubes de compañeras,
pasar por encima de los arboles, las montañas más grandes, la cordillera es mi
vecina, a todas las conozco, son hermanas de cuna, me piden siempre bajar a
visitarlas, pero Yo solo vivo con el viento, no tengo amigos en la tierra, ya
que nadie cree lo que digo. No es que tenga Amigos, solo que no quiero estar en
Extinción.
Soy una con el viento. Mis huesos son sacos, solo
hay aire en ellos. Me se defender, nos encuentras con garras, a veces tan
grandes que dan miedo. Puedo ver a kilómetros cómo la gente se muere por tener
mi habilidad. Ahora rompen con el equilibrio por algún Mineral. El hombre es
malo, lo sabemos todas. Por ello no nos acercamos a él, su mala energía de egoísmo
nos enferma.
Pero nadie sabe porque solo a mi
especie le dieron tal don. El de volar, el de poder escapar si el clima no es
favorable, la oportunidad de encontrarme con Dios entre este ancho mar de nubes
es alentadora. Así le pediría que acabe con la Minería. No, no creas lo que
dicen de mí, que si soy de saco rojo-negro no es porque sea de mal augurio, somos
de colores vivos: hermosos, cálidos, alegres. Tengo un cantar que ilumina,
siempre ando contento cantando en ventanas de vida o en las copas de los
arboles ¿Quién no puede sentirse alegre entre las nubes? Eres dueño de todo,
sos dueño del aire, y con el viento te mueves.
Pero no, no creas que me hace gracia
que acabes con mi tierra y mi comida. No me hace gracia que sigan habiendo
hombres en mi selva virgen, y que se lleven todo a lo que puedan sacarle
provecho, No, no me digas que la tierra es de todos. Es para quienes vivimos en
ella, pero respetando a la Naturaleza.
Por Armando Q.
El gallito de las rocas o tunqui (quechua: tunki) (Rupicola peruviana ) es una especie de ave paseriforme de la familia Cotingidae. Es el ave nacional del Perú. Habita en la región amazónica. Su pariente más cercano es el gallo de roca guayanés (Rupicola rupicola) y es notable por la increíble belleza de su plumaje. Su forma exótica es muy popular, pues su figura ha sido plasmada en grabados, pinturas y fotografías que se publican por doquier. La figura del Gallito es el símbolo de la Sociedad Vallecaucana de Ornitología.
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