octubre 13, 2011

canela (destino) [Nov. Online] [derechos reservados]

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CANELA

CAPITULO SEIS

-DESTINO-



Dicen que los años pasan rápido, somos un clic en el reloj del tiempo. Una oportunidad pasajera o un cielo que se queda sin nubes. Mar sin veleros, de negro color, pareciera que va a llover, pero son mis ojos los que humedecen. Hay una gotera en nuestras vidas, y un vago camina sin zapatos en mi cama, saludas al vecino sin ganas, mientras que alguien que no eres Tú, vive la vida sin ataduras. Tú solo te sientas frente al Televisor, a ver si ya comenzó la nueva temporada de tu serie favorita. Yo por otro lado estoy encerrado mientras allá afuera se encuentra la mujer que he amado toda mi maldita existencia, pero no puedo mover ni un solo músculo para poder expresarle mi pensar – ¿no es caprichoso el Destino?- siento como me cogen la mano, siento el respirar de las personas, siento todo menos el de ¿por qué sigo aquí? ¿Por qué no puedo el salir? ¿Por qué no puedo el moverme?  Mientras que es el tiempo que pasa mirando por la ventana de tu vida, a ver si le prestas atención por un momento. El destino anda de vacaciones, mientras que yo, solo vivo cual gato techero, yendo de techo en techo, topándome con cada bigotudo y, de vez en cuando ronronear a la luna, para que no me deje vivir en oscuridad. Siento el sonido de la maquina hacer lo suyo, indicar que mis latidos aun están firmes y como balada de quinceañera, siguen firmes a seguir siendo escuchados por los especialistas. Firmes a no apagarse, vela que quiere y siente el seguir dando luz. Porque pienso que hay allá afuera especialistas que ven ahora mi caso, porque sé que haya afuera hay aún, gente que ahora espera mi regreso, porque hay esperanza, la esperanza es lo último que se pierde. ¿Pero porqué no siento mi cuerpo?
Solo unos metros y seria feliz, solo fue cuestión de dar unos pasos mas, decir un Hola, y terminar en un abrazo eterno con un Te Amo, y seria el hombre que siempre quise ser, el hombre que tuviera los cojones para declararle por segunda vez lo que siente este músculo hermoso, a aquella Mujer de Barro y canela, cuando sientes amor que solo consigues cuando estas hecho para estar con la persona que nació para  ti,  la persona que he amado y que siempre será ella, solo Ella. Solo unos pasos mas, y hubiera visto a Canela y le diría todo lo que siempre quise decirle desde aquella tarde en que se despidió con un ‘No’, a mi proposición de casarse conmigo. Solo era cuestión de dar unos pasos más, para poder dejarme caer de rodillas y ser de nuevo esclavo a conciencia de este amor que profeso. No he cambiado de parecer, y decidí esperar, ya que siempre he creído, hasta el día de hoy, que ella es mi complemento. El sentimiento ha madurado y me sentí en ese momento miserable, pero nada ha cambiado desde aquel día. Nada. Solo unos pasos y vería a Canela, acercarse a mi, y sentir su aliento junto al mío, devorarnos con las miradas, decidir al segundo las palabras que utilizaría para decirle que la Amo. Pero todo, todo acabo en un segundo. Un minuto mas y estaría ahora hablando con ella, de nuestros planes. Solo un minutos mas, y estaría ahora con ella, ¿pero por qué ahora no puedo ver nada? Solo hay oscuridad en este mundo, y esa oscuridad es la que me convierte en lo que soy. Mis manos y todo mi cuerpo son troncos que esperan el ser acariciados por palabras y canciones que hacen de este sufrimiento sea de menor peso.
Al otro lado el Mundo sigue un curso trazado por Dios, pero Yo no estoy en sus planes, decidió este darme descanso, estoy pensando pero no siento que todo este bien, me falta ese algo que ahora yace allá afuera, y me limita, a ser Feliz, una felicidad que creí en mis manos, pero ahora no tiene como volverse realidad.
El Comercio (prensa escrita) -Los ojos de Murdog- por José Carlos Dongo Torres (Lima – Perú)
Las noticias que han llegado a las oficinas principales de este periódico han dejado atónito a más de uno. Según el representante de la Familia Vásquez Piedra, el reconocido escritor Alonso Vásquez Piedra (hijo), se encuentra en  estado de Coma, los familiares del escritor no quieren hacer declaraciones, las recientes noticias han paralizado a los amorosos de las letras. Dejando un gran vacío, por otra parte, la casa del Escritor ha sido invadida por infinidad de reporteros, por tratar de fotografiar a la familia, y en busca de alguna noticia, con respecto al estado del Escritor, pero por lo visto eso será solo cuando el vocero de dicha familia, este autorizado para poder hacerlo. La casa del Escritor esta siendo custodiada por Efectivos Policiales, en vista que ha sido al punto de ser saqueada, no por personas, si no, por buitres en busca de su noticias, seres que no ven el dolor que padece la Familia Vásquez Piedra.
Este Cronista, quien escribe, brinda rezos al Señor, para poder volver a estrechar la mano de mi Gran Amigo Alonso Vásquez Piedra, Amigo y Hermano de Letras. Desde este espacio que suelo dedicar a infinidad de crónicas relacionada con ese placer que me hizo acreedor de esa amistad que hasta ahora no ha sucumbido a las tentaciones del tiempo, brindo mi solidaridad a la Familia de mi Amigo.
Gracias por todo Amigo, estaremos esperando siempre tu retorno.

Si fuera tan fácil, como cerrar los ojos y desaparecer, y volver a ese instante cuando ocurrió todo, si pudiera hacer que las cosas pasen de nuevo, y volver a aquel momento en que le dije a Canela que la Amaba con tal fervor, que mi corazón se aceleraba sin parar, Yo, seria Feliz, pero no una felicidad alquilada, si no, una felicidad pura, alumbrada por las manos del Divino. Seria el hombre mas feliz, si hay algo que debo de hacer, lo haría sin chistar. Pero no se la verdad porque las cosas han resultado de un modo que no puedo llegar a entender.
- Hola Canela, mucho tiempo sin verte-
-lamento tanto que sea en estas circunstancias, que tenga que pedirte este favor, muchas gracias Graciela-
-no te preocupes, mira, Alonso se encuentra en el Nº 193-
Detrás de esta puerta se encuentra Alonso, detrás de esta puerta se encuentra el hombre que grita siempre a los cuatro vientos y dice el quererme. Detrás de esta puerta, detrás de esta puerta esta Alonso, y no puedo cruzarla, porque soy una cobarde. Me vera en harapos, y se volverá para no verme, me mirara y se preguntara –¿es a ella a quien amo?- ¡OH Dios! espero no ser la única en este mundo, a quien le falte valor para tomar las riendas de mi Vida. Espero que Alonso se acuerde de mi, y que el golpe no lo haya hecho cambiar de parecer y que me siga amando.
Detrás de esta puerta se encuentra el Hombre a quien le dije -que no lo Amaba-, pero que amo con locura, y nunca se lo he dicho. Detrás de esta puerta, mi vida y mis demás sueños están aferrados a sus hombros. Porque no podré vivir sin el, y si mi vida depende de estar aferrado a sus hombros, yo con gusto lo haría. Vivir sin el es vivir sin respirar.
-señorita, ¿usted quien es?- escucho a alguien decir, me vuelvo y mis piernas se congelan, al notar a un hombre de mediana edad, con anteojos enormes y que me mira con recelo, brindandome con la mirada la orden de alejarme de esta puerta que ahora yace a centimetros de mi.
-este, este, ¿Yo? Yo soy amiga de Alonso Vásquez Piedra- ¿amiga? ¿Amiga dije? Cómo puedo llamarme amiga de quien me juro amor eterno, y le di un ‘No’ por respuesta, cómo puedo el pensar eso, o estar siquiera con la idea en la cabeza, de que Alonso todavía me considere como su Amiga ¿Cómo?, repuse de que haya hecho de el, un ser de humo y rencores. ¿Cómo?, que alguien me conteste por favor.
-Señorita, las visitas, según la Familia Vásquez Piedra, están totalmente prohibidas para el señor Alonso, por favor retire su mano de esa puerta, y por otro lado, estas no son horas de visitas, en todo caso, deberá Usted, hablar con algún familiar para que llame al hospital, o venir en compañía de uno de los hermanos, en todo caso, le será imposible el verlo- las palabras de este personaje sin nombre, eran puñales en mi garganta y en mi corazón, las de aquel hombre, me parecían escupitajos, que generaban en mí, angustia, no sabia que decir, como contestar, porque sabia que cualquier respuesta, lo llamaría a que me saque a empujones y me alejase de la habitación, donde se encontraba el Hombre a quien he Amo siempre.
-perdone Usted, pero quisiera preguntarle entonces ¿como esta mi Amigo?, si no, no podré irme sin saber que se encuentra bien. No podré conciliar el sueño. Dígamelo por favor se lo ruego con el corazón en la mano, se lo imploro- mi rostro me quemaba, mis manos sujetaban al galeno con firmeza, no quería que se asustara pero su cuerpo me daba signos de que andaba ya temblando, pero mi cuerpo se entumecía, al escuchar la explicación de aquel hombre, mis manos al caminar de sus palabras, se soltaban, fue entonces cuando mi vista solo veía círculos, y me sentí en un mundo que no era el mío, o mejor dicho, estaba ya en un sofá, en la sala  que es destinada para las visitas. El Galeno me había dado la noticia, pero no podía creer lo que me decía.
-¿esta Usted seguro, de lo que me esta diciéndome?- le preguntaba con voz apagada, las lágrimas salían a manera de cascada no podía hacer mas nada, que llorar, llorar a moco tendido, sin siquiera poder pararme, el Galeno tuvo que darme un tranquilizante.
-señorita, por favor, debe Usted retirarse  cuando se encuentre mejor, Usted no puede estar aquí, ya que no es nada del Señor-
¿Como dijo que dijo? Es cierto, sus gestos y la manera en que lo dijo, fueron acertadas, y llegaron a posarse en mi Alma,  es cierto Alonso y Yo, no somos nada, no quiero creerlo pero ahora suena mas verdad que mentira. Si fuera ahora su Esposa, cambiaria la manera de trato de este quien ahora me niega el paso. Pero no, ahora se interponen personas que en mi vida he llegado a conocer. La respiración se dificulta, pierdo lo que es todo cuando mi vida pasa por mi cabeza. Muero en vida.
¡Alonsooooooo! ¡Alonsoooo te amo! pero mi voz es partida por una mano que ahora sujeta mis brazos y me hace la jugada más tosca, me duermen.






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