diciembre 10, 2013

Soñé con ser Escritor [por Armando Q. (Perú)] [Escritores Invitados]

Soñé con  ser Escritor

Escritores Invitados
por Armando Q.
Perú
ADM/ADM
20min para escribir






“Soñé con ser Escritor”




Solo tengo 20min, para dejar mi pensar, para entregar mi latir, mi enfermizo gusto por el color de la vida; entre los labios tengo la palabra que comienza en mi cabeza y que el sonido de mi voz trasmite. Las veces que pasado, las veces que he llegado a colar todo para poder dejar lo bueno. Las veces que ha pasó han sido pocas. Muy pocas en verdad. Sin editar, sin pensar en los eslabones, adjetivos, o verbos, sin que me falte un punto o una coma. Me he encontrado en aquel estado de letargo muy pocas veces este año. No pudiendo evitarlo. Muchas cosas en que pensar, muchas en realidad, el tiempo fue corto, el año se pasó volando. Pero heme aquí, queriendo rasgar la piel, con unas cuantas líneas, que dejen una idea algo poco convincente, lo sé, de que existo. Sí, que todavía sigo aquí, sigo pensando en mi eterno sueño, en lo que se convirtió en una obsesión, “No dejar de escribir”, por no dejar de golpear las teclas sedientas; las formulas están aprendidas, pero los resultados no siempre son lo querido, por ello me entrego a las dudas, a no saber si en verdad puedo o no, encontrarme entre los muchos que han cumplido este sueño que por mucho, siento que es más grande que yo. Ser escritor.
Mi vida es incompleta cuando; pasa una semana, un día, un mes sin escribir, no puedo dejar de pensar lo que quiero hacer, lo que quiero trasmitir, ya que la vida del escritor es incomprensiblemente cansada, nunca dejas de crear, nunca se descansa. Por ello cuando creo haber resuelto el enigma que me llevo a comenzar este pequeño texto, me envuelve de nuevo la duda, la que siempre esta, la que no me ha abandonado en estos cinco años, años en que he creado este blog, y los diez que vengo enredándome entre letras, puntos y comas. Revolcándome con mis musas, en un baile incansable, agradable, sombrío a veces, despreocupado. Pero la vida sigue, los años me persiguen, la piel más gruesa y menos colorida, los ojos ahora un poco más cansados que hace quince años. La vida continua, y aun no me decido, que es lo que voy a entregar a las generaciones venideras. ¿Por dónde debo comenzar?, ¿Tema, episodio, o que personaje me representa mejor? ¿Qué es lo que debo hacer, para dejar mi huella entre tantas mentes, entre tanta gente? En corazones que han probado, de todo un poco. Ya que lo han leído y vivido todo. Por no decir, una pequeña parte de todo. ¿Qué puedo entregar, para decir al fin, que mi tiempo valió la pena? Aun no lo sé, aun no consigo siquiera terminar un capitulo, ni siquiera poder sentarme tras el monitor más de veinte minutos, porque, llamémoslo aburrimiento, de hablar de mí, de querer ser lo que no soy, de entregar lo que no tengo, de encender la luz donde hubo antes oscuridad. En verdad no soy, aquel que tiene la salvación, no soy ni siquiera quién, para pedir la palabra. Tan solo soy una persona común, que un día, quiso soñar, con ser escritor.