mayo 09, 2013

equilibrio (cumpleaños menos) [Armando Q. (Perú)] [Escritores Invitados]

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Escritores Invitados
por Armando Q. (Perú)


Equilibrio 
cumpleaños menos




Encontrar el equilibrio entre la realidad y la fantasía, puede ser un problema, a veces las imágenes se transforman en más que solo líneas, que encienden la curiosidad. Se mezcla todo, y vivimos en confusión. Y cuando queremos volver, la realidad nos da lo mismo, ya que su sabor nos es, indiferente. Algo nos atrae a crear historias, y vivimos las mismas cual si fueran reales. Nos entendemos con nuestros personajes, nos hablamos de tu a tu con ellos, nos encontramos con mundos que por mucho, uno piense que no es así, también forman parte de nosotros. Ya que salieron de lo profundo de nuestro ser. Las imágenes son más que, círculos que fueron formados por líneas, líneas enlazadas, un río manso de miles de colores, que nos confunden, nos atraen, nos encogen, nos emocionan. Las historias son eso, el mejor de los regalos. Decidimos seguir creando, para no pensar en la realidad. Es tiempo de buscar el Equilibrio.

La luz se volvió una barra luminosa que cortaba el aire, en la que se podían apreciar pequeñas partículas de polvo bailar. Todo ese tiempo,  en esta cueva se transforma, se resume en lo acumulado del polvo, de la tierra que ahora es mi Sahara, lo acumulado de la vida pasada, se ve en los cuadros que yacen ahora en cajones, no suelo colgarlos; mas que alegrías, me traen recuerdos que por mucho, cogen el camino de la tristeza. Estaba ahora seguro, de que había por fin amanecido. Un día distinto y a la vez, tan igual, que todos los días hasta hoy.
2
Hoy cumplía un año menos de vida, y me disponía a solo calentar la cama. El dolor que sentía en el estómago no me dejaba pronunciar palabra alguna. Estaba cansado, era eso y permanecer en cama descansando de los 30 años que llevaba sin que eso me gustase, sobre los hombros. De la vida nocturna, del trabajo sobre todo de amanecida. Todo se había juntado, cada golpe, cada recuerdo; gran parte del espacio estaba ahora ocupado por singulares recuerdos. Pudiendo mencionar más encuentros, más fragmentos, más acontecimientos importantes, pero la realidad es que mi vida es muy monótona. No es que este disconforme. No, solo es eso, una vida, como cualquiera. Tan simple como eso. Tan aburrida como cualquier otra.
El calor acumulado en el ambiente, pasado el medio día, me dice que es hora de levantarse, es mi estomago, que ahora espera ser alimentado por la sazón de mamá. La verdad, si algún día me viera forzado a no seguir probando la sazón de mi madre, haría los esfuerzos necesarios, para poder siempre contar siquiera, con alguien que tenga sus dotes culinarios. Si esto me lleva a tener que buscar por algunos años mas, debo de coger fuerzas de donde sea, ya que sé, que será una muy ardua tarea.
Tener a la orden el poder de volver a la niñez, con un solo bocado, es sin duda una ventaja, volver a vivir lo de niño, un trocito de tu vida pasada. Los días, me han enseñado a no moverme deprisa, es por ello, que nunca me apuro, siempre hago las cosas con calma, dejando siempre casi todo al azar. Nadie sabe lo que puede pasar, es por ello que suelo dejarme llevar por las aguas de la vida, montado en mí cámara de caucho.
3
Los minutos pasan, y de nuevo el caballero que refleja mi imagen, me dice que estoy viejo, la imagen que es reflejada en el caballero de plata, me viste como un demonio, un loco, un don nadie, pero eso no me importa. Barba de días, cabellos revoltosos, piel seca, los labios cuarteadfsos, no creo en este momento despertar ningún suspiro de alguna fémina, pero eso, tampoco me importa a estas horas del día. En este momento es cuando el estomago manda.
Lo rutinario se vuelve mi Biblia, la misma rutina, deshacerme del polvo y escamas secas que tengo sobre el cuerpo, a ver si un duchazo puede despertarme del todo. El reloj ha cantado las dos de la tarde, me dispongo a ver que hay en la cocina, para merendar, pero el silencio me indica que estoy solo en casa, salio mi madre temprano por unos mandados, por lo que decidió que hoy, no cocinaría. Pensó que como en otras ocasiones, yo me encontraba en el trabajo, así que solo cocino para mis abuelos. Error que ha pasado muy seguido en estos últimos meses. Entonces, deambulo por la casa. Queriendo encontrar algo por hacer. Mañana seria feriado, y hoy tenia que trabajar de amanecida. No hay mejor forma de pasar un cumpleaños que trabajando como negro. Eso o esperar a que la vida me encuentre y me reste el año que adeudo. Así que no quiero pensar en ese detalle, ya el viernes la pase con algunos amigos, el sábado con amigas del colegio, y el domingo con mis choppcheras del barrio fino, suficiente como para decir que he pasado un buen cumpleaños, sin contar con el buen almuerzo que me invito el lunes, mi gran amigo el Ing. Saenz. Esa sopa ancashina estuvo veinte puntos. Lo mejor que he probado en este ultimo mes. Es por ello, que celebrar mi cumpleaños, estaba descartado, era un día de laburo, así que no tenia razones para faltar al trabajo, decidí ir, sin más que decir. Sin dejar ninguna opción. Ya que no encontraba ganas para celebrar, el que te descuenten la vida, no es motivo de celebración. El cumpleaños menos entonces era razón suficiente, para dirigirme a mi cárcel, y acuartelarme hasta el día siguiente. Lo único, que en verdad, puedo celebrar, es que en mi camino, he podido encontrar y a la vez, saber, quienes en verdad son mis amigos. Quienes en verdad, me desean lo mejor, no solo de boca para afuera, para mí y mi familia.
4
La casa era un cementerio, ni un grillo chillaba, nadie, absolutamente nadie, un silencio absoluto había absorbido todo. Encendí la rocola, pero pasaron los minutos, y la apague. Fue entonces, cuando descubrí un jeans que estaba sobre uno de los muebles, rebusque entre los bolsillos, deseando algunos pesos para poder ir al mercado Modelo por algo que apacigüe el hambre. Encontré los cinco que necesitaba, me puse algo por sobre mi camisa, y me dirigí al mercado Modelo, a unas cuantas cuadras de mi hogar. Me pedí un menú de a cuatro pesos, le dije a mi amigo Robert (dueño del local de comida) que ha sido casi un placer venir a visitarlo, por si no fuera, porque la ensalada no tenia suficiente limón. Pero no hay que verle el lado negativo. Estomago lleno, corazón contento.
5
Camino a casa, me encontré con que mi hogar, este que me ha resguardado del sol y la lluvia, me quede mirando pasada la berma, me senté junto al ficus que me traje de mi Colegio Juan Ingunza Valdivia, un obsequio de aquella época de Libros y Cuadernos, como si se hubiera achicado, pensé en aquel momento que aquella edificación ya no era la misma, como si sus dimensiones hubieran sufrido por el paso del tiempo, aquel pensamiento me lleno de recuerdos, al saberme en un lugar que me ha cobijado por años, me encontraba con que aquella casa, tiene mucho que contar, y tiene mucho tiempo todavía para seguir en pie. Aquellos tiempos, donde la edificación se sostenía a troncos anchos, por sobre encima del metro y medio, y los eterní, se veían de techo. Aquel tiempo donde la puerta de madera, era atrancada con un grueso tronco apolillado. Aquellos días, fueron los más felices. Los más vividos, los menos tristes. Los más queridos. Aquellos días los guardo en mi memoria, los vivo cuando quiero, los recuerdo con nostalgia. Es hoy cuando decido buscar el equilibrio, decido entregarme al lienzo blanco para crear una historia masticable, una en donde la tristeza sea vencida por el amor de Madre, los Lazos familiares, aquellos recuerdos en donde los vientos de nostalgia se esconden bajo la calida sabana blanca. Es mi decisión compartir con ustedes mis vivencias, es mi decisión querer compartir con ustedes mis recuerdos. Pero no puedo ayudarlos a distinguir entre la realidad y la fantasía. Eso, se los dejo de tarea.