¿Verdad Lys?
-de los amigos que perdí-
por Armando Q.(Perú)
Escritores Invitados
Pregunta tras pregunta, ella respondía,
recordé como era en aquel entonces hablar con ella, solo toques elegantes de un
humor contagiante, su sonrisa natural, sin esfuerzo, contacto directo con los
ojos, claros y maduros, cafés por la mañana, verduscos cuando la luz los engríe,
soltaba las preguntas que me intrigaron durante un buen tiempo, ya que tenia
preparada ya, mentalmente, mi lista de interrogantes, sabia que había pasado
mucho pero, no es que el tiempo sea el enemigo, somos nosotros; nosotros y
nuestro tiempo limitado, nosotros y nuestro trabajo que nos absorbe, nosotros y
nuestras cosas importantes, nosotros y nuestras responsabilidades. Pero luego
de verla después de un tiempo prudente, hay veces, el tiempo es quien nos da
ese algo que necesitamos para poder convertirnos en mejores. Madurar es
difícil, viene con heridas y cicatrices. El resultado, ser la misma persona
pero ahora convertida en una versión mejorada. –quisiera haber tenido la
madurez que tengo hoy, el ver las cosas como las veo ahora, y encontrarme en el
pasado, volver atrás unos años- quisieran algunos tener aquel poder, pero no
podemos desear aquello, ya que si cambiáramos algo de nosotros, en si, cambiaríamos
nuestra esencia.
En este momento solo estoy seguro
de algo: que no importa ahora el tiempo pasado, lo importante ahora es vivir
esta pagina hermosa que hoy se deja leer. Lo importante ahora es olvidar, lo
que nos lastimo en su momento, pero no olvidar del todo, ya que siempre
nuestros errores, llamémoslos así, son los que nos mantienen a flote, nos convierten
en humanos, en el ser imperfecto que deambula por los caminos pedregosos, que
al toparse con lo desconocido, nunca declina del todo, para volver por el
mismo, y hacerse de este, y salir airoso. Es normal sentir miedo, es normal,
es en todo una sensación que nos ayuda a ser sosegados, a tenerle respeto a las
cosas, a las personas, es normal cambiar de piel cada vez que sea necesario, a
decir verdad, cambio de piel constantemente.
Heme aquí, los dos, sentados en
tus sofás de cuero oscuro instalados en la sala da tu casa, después de vivir
las alegrías que vinieron con Yeimi, junto con las preocupaciones y tempestades
de un futuro incierto, la cólera, los problemas, el mal tiempo, después de todo
y todos, aquí estamos, sentados, mirando como ríe tu hija, riendo todos juntos,
sintiendo como cambia aquella atmósfera que un día anduvo espesa, con sus ojos
avispados por saber quién es el que habla con su mami, de cómo sus ojos achinados
se confunden con los de una Luz hermosa, e ilumina nuestras almas, se esconde
en nuestros corazones, nos inyecta, nos penetra de vida. Aquí estoy, viéndote en
tu faceta de Madre, cosa que nunca creí ver, acaso en un tiempo futuro, pero así
se dieron las cosas, y por mas que quiera uno cambiar algo, estoy seguro que no cambiarías el momento de haberte convertido en Madre, por nada. Llego con buena
vibra, eso quiero pensar, con sonrisa blanca, cual alma encarecida de saludos,
pretendiendo brindar alegría, pero viendo como emana dulzura y luz, de aquella
nena, que no se imagina el milagro que proyecta, me cuesta creer que lo que
veo, es algo a lo que muchos nombran, y no tienen, pero que pasan toda la vida
añorando, ya que tu la vives a cada instante, en cada sonrisa de esa boquita de
un solo diente, en cada golpe de pierna cuando los forcejeos se convierten en
caricias, cuando la mamila es rechazada por mantener en vigilancia al invitado
de hoy, es por cuanto de aquel cuadro, uno se da cuenta, que la Felicidad
existe, y que no hay que recorrer el mundo para experimentarla, ¿no es verdad, Lys?.
- Gracias Amigo, por la visita -
- Gracias a ti amiga, por la invitación -
- Gracias Amigo, por la visita -
- Gracias a ti amiga, por la invitación -