junio 01, 2013

nadie sabe [Armando Q.(Perú)] [Escritores Invitados]

Compartir


Escritores Invitados
por Armando Q.(Perú)

Nadie sabe / nobody knows


Nadie a encontrado una respuesta, nadie, menciono los cuadros que aun se ven en la sala, las imágenes muestran a una familia normal, imágenes que solo irradian amor, contagiante, sincero, pero las imágenes son pedazos de un todo, hoy uno reúne todas y, ya no mandan esa impresión, nada, nadie sabe lo que paso; se notan las sonrisas que fueron regaladas, en aquellos encuentros con amistades, con otros familiares, todas tienen marcos elegantes, algunos con lunas dobles. Pero de eso, de aquellos momentos petrificados, ahora no hay nada. Absolutamente nada. Solo se notan los hilos que son el pasatiempo del titiritero que ha de mover al grupo, que ahora simula ser una familia. Que tristeza, un padre que ha cambiado el amor por horas con la botella, cambiado el amor de hijo por un vaso lleno de una sustancia, que le produce una felicidad limitada, pero suficiente para poder pasar el día. Un rezagado, un escombro, un tronco hueco que se ha marchitado con el pasar del tiempo, no habiendo dado fruto, un arbusto amarillento que espera las lluvias, al sol para deshacerse de las impurezas, pero que se miente al pensar que este salvara su alma marchita. Ahora solo queda un pánfilo enfermo que ha sentenciado su vida a solo, pasarla con los amigos que le brindan una amistad convenida, un cariño por cobrar, una vida vaga y la mísera espera, de que un día morirá, si no es por el corazón, por las venas obstruidas por tanto egoísmo.

Madre que ha encontrado con el pasar del tiempo a una amiga inseparable, el vicio, los tragamonedas, ahora no hay pañales que lavar, menos ropa que planchar, su vida se resume en tres números, siendo ahora sus favoritos: siente, siete, siete. No hay cumpleaños, ni siete velas en el pastel, no hay sietes marcados, ni fechas en el calendario. Son esos números que ahora la alegran, son esos números que le producen la felicidad alquilada que ahora busca todas las noches, y si no es en las noches, en las tarde, y si hay racha, no hay descanso, solo una palanca que ahora ha remplazado la lonchera de los hijos, una maquina que ha remplazado el cariño de los niños. No se siente más Madre, ya que la responsabilidad, ha caído en una señora extraña llamada Nana, que por un sueldo calma aquellas bocas hambrientas, las noches de “leer un cuento”, y las salidas al parque. Aquel sentir, ya no lo encontraras en aquella mujer que ahora, fuma endiablada, ya que comenzó muy tarde su vicio, luego, la desesperación por la derrota en la ruleta, la encamino a un vacío profundo, que terminara pronto con su vida. Una niña que ahora se adentrara a la adolescencia, que no va al colegio, en cambio, se desvía a verse con amigos que también como ella, buscan solo pasar el tiempo. Encontrar la amistad que ellos le dan, es fácil, el cariño, eso es lo que busca ella, sentirse aceptada, sentir que hace parte de un grupo, ya que el seno de la familia a perdido fuerza, quiere ella, saberse protegida. Sin guía, sin ejemplo. Comienza su día inyectándose las sustancias que aquellos amigos le venden, metiéndose el dedo a la boca, porque le provoca, y ha visto que muchas de su grupo lo hacen. Ya que con la figura delgada, puede ella encaminar su profesión, una que ahora ve con buenos ojos, en vista que deja buena lana. Encontrar que la niña, ahora es mujer, que ahora le atraen los hombres. Sin una madre que la oriente, sin un padre que la controle, solo busca que su vida, caiga por un caño, o por el abismo que esta a punto de cruzar. Los ojos ahora de aquellas personas, se entregan a la muerte, al odio, al egoísmo, al perder la vida, al perder los sueños, dejándose llevar por lo que ahora tienen, y no buscan el todo. a pesar que nada cambiara, siempre hay esperanza.