Hay Amigos y también Contactos, que me piden que lea sus escritos, en este caso en particular, el tiempo es lo que me impide hacerlo, pero siempre llega a gustarme ese detalle, y al final, me hago de tiempo para poder leer lo que me envían, hay también quienes quieren saber mi opinión, LA VERDAD NO SOY QUIEN, PARA DAR MI OPINIÓN DE ALGO O DE ALGUNA COSA EN PARTICULAR, aquí les doy una ventana, la que utilizare, para compartir los escritos que me llegan a mi Bandeja. Hoy nos acompaña Azucena de Jesus Azcarate Sanchez de Ciudad Juárez – México
Gracias!.
Gracias!.
Invitada : Azucena de Jesus Azcarate Sanchez
Profesión : Maestra
Profesión : Maestra
País : Ciudad JUAREZ - MEXICO
TTULO: Pensamientos entre piernas
Cuando se es Gissell la reina de la avenida Dolor no se pueden tener estos pensamientos, NO, no debes! Porque entonces se va todo el valor.
La gente se acostumbra a juzgar por lo que ven. Yo, enfundada en este vestido gris, mis botas de charol y la peluca roja que a él tanto le impactó llego cada tarde a esta esquina donde se que con mi gran sonrisa a alguien provocaré; pero…y mis ojos? Alguien vio alguna vez mis ojos? NO, solo él mis miradas entendió.
Llega un cliente, lo convenzo y me voy…a él sí que le brillaban los ojos con lujuria pues se ha llevado a Gissell, de todas la mejor!
El no sabe que mientras vacía sus deseos yo tengo los míos y que me lleno de nostalgia en ese escalofrío mal entendido que recorriendo va mi piel.
Estos pensamientos no me dejan…imagino que ya es el fin de mes. Estoy en la esquina y lo veo venir…mi piel lo ha anticipado antes pues se llena de calor. El se acerca lento, como siempre, respetuoso y mi tonto corazón ya está latiendo al cien.
Por fuera intento miles de pretextos, de súplicas y el cliente en turno molesto se marcha; disimulo tan bien que todos dicen: Ella, la reina de la noche ya eligió!!!
Llega mi mulato, porque en mi alma lo he hecho de mi propiedad, pactamos el precio, es todo pantomima, un disfraz de realidad.
Aún no me toca y yo ya me siento suya. Aún no lo pide y yo ya toda me le he entregado; mi cara no muestra nada mientras él negocia nuestro nido de deseo diría él, de amor lo llamo yo.
Cada ritual, cada gesto es mi entrega incondicional, el me toca…yo reviento; él me ama…y yo me voy al cielo…
El me paga y yo lo acepto, es un trato; así no me duele, él cree que es un negocio, yo solo me protejo, ese dinero me mantiene cuerda y a mi corazón liberado de la culpa, del deseo, del amor, de la vergüenza de no sentirme pura y no ser digna de su amor.
Por eso no, No debo pensarlo más! Debo alejar mis pensamientos porque cada vez, metida entre este extraño y sus dos piernas me cuesta tanto contar los días que faltan para el fin de mes y para que mi piel vuelva entre sus manos a renacer…
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