Es fácil cuando la conveniencia esconde la verdad de tus intenciones. Hay personas que en verdad no pueden vivir, menos el poder imaginarlo, porque les aterra al final la idea de vivir en soledad, no pueden pensar en ello, el tamaño a encontrar el cómo no llegar a ese estado de incomprensión, transforma su alegría a un estado de miedo, miedo en sentir aquella nube que aparece siempre en su ventana, que negrea su vida, así esta fuera temporal, cree casi siempre que es normal, no dándose cuenta que al final, si sigue viviendo siguiendo esa marea, ni el lazo familiar amilanará ni un poco su vivir. Eso es lo que les aterra. No saber en verdad cual es la razón porque la gente se acerca, si su humor es al final también inmaduro, porque rehúyen a las responsabilidades. No saben tamaño esfuerzo, de aquellos que quieran el pasar siquiera unos minutos acompañados de su presencia. Son insoportables a veces las noches, porque no puedes encontrar a Morfeo entre sus sabanas. A esto sumas el aborrecimiento a los momentos vividos de amores amargos, los que te dejaron ese sabor en tu boca. Aliento a venganza y egoísmo. Contrario entonces ahora, veo en ti una ventana cerrada. Porque no encuentro sentido ahora a tu vida, me deja un sabor a olvido, olvidas siempre quien eres y cuáles son tus metas, espero hayas pensado detenidamente en lo que quieres. Me enfurece saber de que habrá victimas, estas crecerán con esa bendición de egoísmo que ahora luces en tu frente.
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