La CALDERA se encuentra en un silencio sepulcral, el viento genera un silbido, lleva consigo juntando de a pocos en esquinas los restos de la fiesta, los pedazos de papel que antes flotando fueron la Foto del día, en una algarabía que solo el que sabe de que hablo puede entender mi letra teñida de azul y blanco, solo quien ha estado en un Estadio como este (o que me sorprendas y termines diciéndome: ‘mejor que este’) conoce, de que estoy hablando, pero ello no me impide, recordar cómo se sienten los tantos alaridos que se han pronunciado en esta cuna de grandes, este Día no fue la excepción. Todavía con la garganta golpeada por el esfuerzo, desgastada por la arenga, y ya con el cuerpo recobrarse de la emoción sentida horas antes, me dejo llevar por esta marea de recuerdos que plasmo siempre en líneas, estas leídas solo por PELOTEROS. O por curiosidad divina por algún paltoso: gallinita, pavo o venga su madre, desprevenido de mi lirica.
Todo este deseo, de querer dejarlo todo por plasmar mis experiencias No me impide el sentir la presencia de innumerables figuras que danzan una tras otra en mi cabeza. Imágenes que pelean por salir a flote. La presencia de algunas personas en lo bajo del graderío, con escobas de gran faldón, limpian cada rincón, con ese amor que le pones a las cosas cuando se trata de tu rincón o tu hogar, como si se tratase de aquel Hogar donde tus hijos crecen, tu nido de vivencias, donde una parte de ellos siempre queda y se suman a los recuerdos, años, haciendo lo mismo después de que acaba cada partido. Años, de que aquellas gentes llevan la tarea de mantenimiento a este estadio que vio mi regreso. Y ahora, es donde también se viven derrotas, caen lágrimas en ese banco azul, y fueron lagrimas azuladas que por lo transparente y gracias al color del asiento, de tus ojos cayera sangre azulada, se ve amargura en los rostros que ahora en caravana quieren encontrar la Salida. Ya en la avenida desconsolados buscan Taxi para poder hacerse de un rincón donde botar las penas, cuando terminada la jornada, es una derrota la que sus labios han probado y visto con sus ojos. He escrito de victorias, pero ahora también me toca mandarles su chiquita cada vez que ven el marcador en contra, por tamañas ofensas a esa hinchada, que se queda sin garganta cada tarde y noche, alentando a su Equipo. Hoy nos toca estar en el Puerto, el Callao ahora verá nuestra bandera ondear en su estadio, debería entonces ser un paseo en canoa, pero los Rosados tienen como el sentirse fuerte. A este equipo, equipo de tus amores. He sentido y vivido: cuando vuelcan un marcador en contra, la alegría fluye cuando ocurre eso, he visto con impotencia cuando este equipo se sumerge en el lado más oscuro cuando no SALE ABSULUTAMENTE A HACER NADA. He visto como puede un Gol el cambiar la historia de un partido, o un solo jugador hacer la diferencia del mismo. Todo esto lo he visto en Alianza, la caldera siempre me ha atraído, pero por presupuesto y por falta de tiempo no he podido hacerme de esta alegría siempre que he querido, ese llamado se ha manifestado más, y es ahora donde he encontrado que esta es mi Casa, y de aquí no me mueve nadie.
El sonido del viento es fuerte, me estoy congelando pero no me impide esto, el poder terminar, pretexto que utilizo para que me dejen un tanto más, unos minutos más y terminare, - ya termino jefe- aquí sentado en la banca azul, para dejarme llevar por mi pasión. Es a mi partida donde veo una banca vacía, que en un futuro no muy lejano será de igual modo ocupada por otro Hincha. Es aquí donde veo las luces apagarse, para dejarme llevar por lo que me dejo esta tarde de Futbol. Todavía el tablero marca una derrota, un empate, todavía pasan propagandas, ahora AOC, debe de estar cargándose con todo. Eliminando su patrocinio o peor aún, creer que su Nombre no está en el lugar indicado. Pero todo es un negocio donde a veces te va bien, y otras no. Me digo entonces que pa’ la próxima nos iremos con la victoria y con el sabor de haber ganado en los labios, canticos que ahora no se escuchan al subir a la móvil de mi fiel acompañante, no se dejan escuchar. Ahora el ser alado que yace en aquella pared, dicta su sentencia y no nos trajo su bendición. Somos ahora un desastre en la cancha, en parte, pero sé que siempre pasa cuando quieres ver a un equipo que puede dar para mas, busca su madures, hasta encontrar la respuesta en ese mismo gramado que ahora esta mas verde que nunca. Esperemos entonces la reacción de nuestro equipo. Mas debería darnos vergüenza, llevo viniendo a este estadio Hermoso, pero no veo progreso, ¿porque tengo siempre que culpar al Alcalde?, si las veredas que están aledañas a la Caldera andan dando pena, huecos enormes en las verdeas, y en la pista; creo que decir un BASTA YA!, en este momento es lo recomendado. No todo es llevarse lo ganado al bolcillo, siquiera sigan el ejemplo de Clubes que tienen sus instalaciones con poco presupuesto pero no tienen a sus hinchas padeciendo, mas iluminación y muchas otras cosas, que harían de este viaje a la caldera una aventura apoteósica. Porque este campo se mancha con presencia de los Amigos de lo ajeno. ¿O es que no quieren algunos la camiseta?, o es que ¿no están todos contentos con pertenecer a la familia blanquiazul?, ¿por qué entonces, siento sangre atorada en mi garganta?, o es que no puedo hablar, tan solo escribir, porque la rabia que siento ahora, controla mis manos y este pesar, mis dedos. Quiero el decir lo que pienso y no quiero ver más en el corto tiempo que me quede de vida, que nos tiren otra vez, una goleada de esas. Quiero (y sé que no pido demasiado) ver a mi Equipo siempre triunfando. Aunque que sea este, un deseo tirado al graderío donde aquellas gentes ahora con su recogedor de latón, meten esos papeles a una bolsa negra para que más tarde sean mis sueños, los de ser campeón con mi equipo, mueran en la basura.
Quiero verte siempre Grande, y quiero que esa Hinchada siga alentándote con todo su fervor. Quiero ver de nuevo ese Comando Sur, el de dejar marcado este estadio con canticos que salen del corazón, romperse la garganta, y que aquellas muestras de amor, sean correspondidas en el campo. Quiero entonces que no me lleves de nuevo, a encontrarme con la tristeza, de aquel Hincha que con lágrimas azuladas, deja esa banca vacía, con el pensamiento de ya no querer volver.
By:
-El Hincha que yacía en Mí-
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