febrero 18, 2011

Algunas veces |papeles olvidados|

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Algunas, y solo algunas veces una persona cambia tu manera de pensar. Tú forma de vivir, tu manera de ver las cosas, de apreciarlas, tu forma de vestir, encontrar aquella persona puede ser, en verdad algo per turbante, a la vez fascinante, una fuerza desconocida la envuelve, y esconde en ella (el), cosas inalcanzables e inimaginables de entender para otros. Solo tú, solo tú entiendes qué, o de que estoy hablando, y es a ti, quien va dirigida esta misiva. Estoy por el momento, tratando de encontrar explicaciones, a todas esas veces que me han presentado (encontrado, topado) con estas (esas) personas, las que han cambiado mi diario vivir, cambiado mi vida radicalmente, he querido el mantenerme en calma, para poder escribir, pero en la mañana de hoy, se me fue, se me fue y no pude encontrar las palabras. Me abandonaron los diminutos encuentros con mi Yo interior, y conseguir cambiar mis pensamientos en puntos y comas fue difícil, es difícil, sí, lo sé, lo he intentado todo, pero no puedo el ser delicado, y pensar en todos a la vez, ya que es fácil el faltarle a alguien, y eso, creo que no quiero Hoy. Detenerme en la presencia de alguien, ver a ese alguien a los ojos, guiado por su amor hacia mí, verme como alguien acreedor de su confianza, saludarlo con un apretón de manos, y que sea mutuo el afecto, y sea este alguien, quien deje siempre en mí, una buena impresión… brisas que se asemejan al uso aquella palabra llamada Amistad, esperar a que sea esa persona lo que buscas para despertar de aquel sueño, si esta impresión funciona o no, no importa, siempre es bueno el conocer gente, el de saber con quién hablas, y enterarte que hace la demás gente, si son estos, los que integran tu Cambio. Disconforme con las veces que me veo en la necesidad de hacer una lista en mi cabeza, ya que no me veo con el derecho de poder equivocarme, ya que cada uno, cada uno de mis conocidos, amigos y familiares, hacen de esta lista algo especial. Aprender de ellos siempre involucra el caer, levantarme, ser herido, de manera loca, que me desnuden, me insulten, todos siempre acrecientan la coraza que llevo, siempre cada uno de ellos, cada día, dan un grano de la arena a la que llaman amistad, cariño, amor respeto, en ella se involucra el odio, el odio controlado que endulza la envidia, me preparan siempre para ver cada día como uno nuevo, me dan siempre armas para poder usar en esa guerra llamada Vida, no tener miedo, no solo siempre involucra el estar alerta, ya que no sabe uno cuando puede el toparse con una persona que siembre en nuestra memoria momentos mágicos, palabras, gestos y demás, trágicos, locos, un eterno ‘etc’. Pero algo se, que tú no sabes. Me complico siempre cuando encuentro rivales, los tomo como personas que quieren el saborear lo que es la derrota, y me veo como un ser inimaginablemente fuerte delante de ellos, encuentro que siempre hay gente que te ve por debajo del hombro, haciéndote siempre la vida imposible, son mezquinos al hablar, se expresan de manera que sus palabras siempre caen de lo peor, soporto como un roble, siempre salgo triunfante de esos encuentros, noto que soy muy competitivo, y suelo el serlo con la gente nueva. Pero son las personas de que en un principio de este relato, las que hacen de mí, una persona más aguerrida. Suena tonto, lo sé, puede que no siempre sea verdad, que somos diferentes, y que no siempre entenderás de qué estoy hablando, soy competitivo, lo soy desde que nací, ya que siempre he competido con mis Hermanos, y a la vez estos conmigo. Una competencia sana, a estas alturas, nada es sano, en esta vida. Soy siempre quien brinca primero, el más jovial, porque se, que si soy quien sonríe, seré aceptado, soy el loco de la familia, y a la vez en más miedoso, y incomprendido, soy todas esas cosas, pero las cosas que nos hacen especiales son esas imperfecciones, las que nos hacen diferente. Las personas que nos rodean tienen ciertas cosas que las hacen diferentes, son esas cosas que te atraen a ellas.

Solo, solo a veces nos topamos con gente, la cual vale la pena el recordar, el seguir, el de verlas como un ejemplo, sacudiendo tu día, poniendo tu rutina en un peligro acogedor, lo perfecto de esos encuentros, son los que más quedan en la memoria. Aquellas personas, ellas saben, ellos me conocen, ellos me encuentran en algo más que nada, preparado para sus reproches, palabras, aromas, alegrías, tristezas, derrumbes, seducido por ese placer de encontrarlos siempre en mi vida, son a aquellas personas, a quienes les escribo en esta mañana, tarde y noche, porque comencé, en la mañana, edite en la tarde, y en la noche termino gustándome lo escrito.
Algunas veces me odio, y siempre sigo con lo mismo, algunas veces suelo el de añadirme al hecho de que siempre sigo una línea, esa línea me lleva siempre a la vereda de tus ojos, y a la puerta de la esquina, suelo el saber que no me quieres ver, con solo el escuchar tu vos, tus palabras te delataran siempre, soy medio psicólogo, medio loco, medio medico, medio todo, soy lo que se llama un Mil Oficios, y no lo digo porque no tenga currículo, no hay ahora trabajo al cual he acudido, para salir de misio, trabajando desde los 15 años, se me hace difícil, el de pensar que habrá un día, en que se acabe todo, si, habrá un día, en que dejaremos de existir, y quiero el aprovechar el momento para brindar mi apego, las veces que he sabido el escribir para dar gracias, no lo he hecho con el entusiasmo debido, sé que no siempre lo hare, ya que el escribir encierra ciertos preámbulos, diatribas, convenientemente me he dejado llevar por las líneas, sabiendo que habrá muy pocos quienes lleguen hasta este final.

Hace poco, he sentido que los aconteceres, te guían a hacer siempre una burbuja, apartarte, y es esa burbuja la que haces tú habitad, sos de las personas que siempre están caminando, nunca en un mismo lugar, sabemos lo que nos lleva eso, sabemos que eso siempre estará mal, si no tienes tiempo para los ratos especiales, para la gente especial, para los que te rodean, para esos lazos especial que tienes, entonces te pudo decir que estás haciendo mal, para agradecerle al divino, por encontrarte en este estado de privilegio, tienes siempre que encontrarte puro, hoy me siento sucio, pero no me quita el querer poder dar siempre las gracias, gracias a ti, estoy aquí, y me siento bien. Sabemos que no tenemos una segunda oportunidad, este día, tarde o noche, dale las gracias a esa persona.
Algunas veces, y solo a veces nos topamos con personas que cambian nuestra manera de pensar, de vivir. Es tarea de nosotros el saber escuchar, distinguir, y siempre agradecer esos encuentros.

By: Armando Q.

Esto es Papeles Olvidados.


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