Escritores Invitados
por Flor V. Chávez
La Vida va a Ser tan Difícil sin ti Tito
Me pregunto, cuando dejara de doler, cuando de pronto dejare de sentirme tan vacía, tan rota, tan destrozada.
La muerte es tan gigantesca, entenebrece y oscurece cualquier pensamiento que tengo.
Me haces falta, me harás falta.
Quiero recordar por siempre las veces que hablamos, las veces que compartimos una comida o una gaseosa, las veces que nos pasamos archivos de música por bluetooth o la vez que dijiste que nada te detendría para encontrarme.
Tengo miedo que un día tu sonrisa se borre, tengo miedo de que un día, te olviden.
Si recordarte me duele, quiero por siempre recordarte. Estamos acostumbrados a decir lo maravillosas que pueden ser las personas luego que la muerte nos las arrebataba, solemos entonces recordar los mejores momentos, todas las virtudes y solo tener presente lo geniales que fueron y la forma en que iluminaron nuestras vidas, sin embargo tú, contigo es totalmente diferente
Tu enemigo diría que eres la persona más buena del mundo, y sé que no tienes enemigos, pero si los tuvieras dirían eso, siempre fuiste humilde, en todo momento, no sabías decir no, nunca te detuviste a juzgar o criticar a alguien, sabias escuchar y tratar de buscar la solución a los conflictos de los demás, sabias dar ánimos aun cuando te sentías caer, eras capaz de darlo todo por nada, tan sencillo, tan alcanzable como el resplandor de los astros, pero tan valioso como las mismas estrellas.
Mi madre me dijo de pequeña, “Dios sabe que hay personas de alma pura y corazón bueno, él se las lleva antes de tiempo para que no sufran en este mundo cruel”. Nunca me detuve a pensar demasiado en aquello que mi madre me refería, pero ahora que lo pienso no encuentro otra explicación.
Comienzo a creer firmemente que este mundo, era tan cruel para una persona tan noble como tú, y sé que ahora estas allá con Él, y que no volverás a sentir dolor nunca más en tu cuerpo físico, solo nos queda a nosotros aquí, familiares y amigos tratar de superar lo que con tu partida se nos agrieto el corazón.
Siento que nunca podre terminar de procesar tan solo la idea de que ya no estas más. Por momentos quiero creer que es una pesadilla, de la que pronto voy a despertar y que tú también vas a despertar, que todo esto solo ha sido un horrible sueño, que nos reuniremos una vez más.
Nunca voy a decirte adiós, y tal vez para serte sincera nunca aceptare que te has ido para no volver jamás, sé que nunca volveré a verte, aun si consigo alcanzar el cielo en el que estoy completamente segura que estas, aun, si así fuere, sé que allá no me reconocerás, que allá no sabré que eres tú si nos volvemos a encontrar, que me queda tanto o poco como dure mi vida, para recordarte, para saber que te llegaste a mi vida y la cambiaste, que me diste motivos para seguir y luchar, que por siempre estarás.
Sé que allá donde tú estás, no hay recuerdos, no hay penas y tampoco dolor, allá donde tú estas, sé que es mejor, mucho mejor y quisiera estar feliz porque el dolor y las preocupaciones para ti se terminaron de una vez, pero solo puedo pensar en la falta que desde ya nos haces y que nunca podremos tan solo aprender a vivir sin ti. Siempre te vamos a extrañar.
Sé que no nos despedimos, ni en vida, ni en muerte, y de alguna forma, tal vez es lo mejor, es mejor no haberme despedido de ti, porque nunca voy a empezar aceptar tu muerte, por siempre será de los acontecimientos de los que nunca entenderé por que suceden, pero sé que Dios lo decidió así.
Te quiero Tito, nunca voy a olvidarte y sé que nunca, nunca leerás esto y sé que nunca sabrás que te digo que te quiero. Pero te quiero.
Nuestra amistad fue corta, pero está llena de matices de colores y puntos brillantes.
No sé decirte adiós, nunca lo haré, y aunque nunca te volveré a ver. Solo puedo decir, la única frase que se ha alojado en mi razón. Nunca te olvidare Tito Azañero Rodrigez.